martes, 10 de marzo de 2009

PERDER EL MIEDO A LA ENFERMEDAD COMPRENDIENDO SU DINÁMICA Y SUS CAUSAS

Las Cinco Leyes Biológicas Fundamentales de Hamer explicadas por Madam Sixt

1) Ley Férrea del Cáncer (que explica el origen de la enfermedad manifestada como cáncer).
2) Ley de la Simpacotonía y Vagotonía (que explica la dinámica de la enfermedad).
3) Ley del Sistema Ontogénico de tumores y enfermedades afines (que explica el origen de dichas afecciones).
4) Ley del Sistema Ontogénico de microbios y bacterias (que explica lo que en realidad son las infecciones).
5) Ley de la Quintaesencia o comprensión del sentido de la enfermedad (con la cual se entiende que en realidad no hay enfermedad sino un profundo sentido en toda la naturaleza).

Cuando en 1981 el Dr. Hamer sufrió de cáncer en uno de sus testículos, pudo percatarse de que la enfermedad se había originado después de la muerte dramática e inesperada de su hijo Dirk. Tras reparar en el hecho, tuvo oportunidad de subsanar el conflicto psíquico y el cáncer desapareció. A partir de entonces, el doctor inició su búsqueda de los conflictos psíquicos que originan las distintas manifestaciones de la enfermedad en el organismo humano.
Siendo jefe de un servicio hospitalario en Alemania, Hamer tuvo oportunidad de observar que siempre había una perfecta correspondencia entre los conflictos psíquicos que reportaban haber sufrido cada uno de sus pacientes y los órganos afectados por sus respectivas enfermedades. Posteriormente, puesto que el Dr. Hamer también es diplomado en radiología, tuvo la inspiración de indagar que ciertas manchas circulares halladas en las placas de los escáneres cerebrales de sus pacientes los "artefactos" que hasta entonces se consideraban como fallos provocados por las máquinas _ en realidad evidenciaban la existencia de un patrón de correspondencias entre la zona cerebral donde éstas aparecían y los órganos afectados por el cáncer. Al retomar todos los dossier de sus pacientes, el doctor verificó la relación que había entre: a) los impactos psíquicos provocados por conflictos de orden emocional, b) los órganos afectados por el cáncer, y c) la localización de las manchas en los escáneres cerebrales (llamados focos de Hamer desde entonces). Con base en las correlaciones que pudo hallar al analizar minuciosamente dicha información, el doctor Hamer estableció las siguientes leyes:
1. Ley Férrea del Cáncer: Todos los tipos de cáncer tienen como origen un síndrome psíquico vivido en aislamiento que nos pilla por sorpresa. Esto significa que, si ante una situación vivencial, hay una respuesta cuyo impacto emocional desequilibra psíquicamente a una persona -situación que denomina Dirk Hamer Sindrom (DHS) en memoria de su hijo muerto-, dicho impacto ocasiona también un impacto a nivel cerebral y un impacto a nivel orgánico. En realidad este es el origen de toda manifestación de enfermedad, sin embargo, para que se genere una manifestación tan fuerte como el cáncer, Hamer observó que el impacto, además de ser verdaderamente dramático y pillar a la persona completamente desprevenida, debe ser vivido en aislamiento.

Madam Sixt: "Cotidianamente vivimos en un ritmo denominado normatonía, marcado por el día y la noche. Todos tenemos pequeños problemas, pequeñas preocupaciones, pero por la noche nos vamos a la cama y dormimos. Esto es normal. El DHS es una situación que deviene cuando ocurre un hecho inesperado que nos pilla desprevenidos y que vivimos en aislamiento. Eso es muy importante porque según los estudios del Dr. Hamer, no se trata de cualquier problema, ni es una situación de la infancia lejana, siempre es una situación inesperada, dramática, y vivida en aislamiento que se ha dado en un pasado reciente. El desencadenante de las enfermedades que padecemos hoy es reciente. Seis meses, máximo un año atrás, excepto en algunos casos de epilepsias o parálisis. Cuando una situación es crónica desde hace mucho tiempo, tenemos que hay una situación con recesivas, que es lo normal dentro de la situación que vive la persona. El DHS tiene que ver con la forma de sentir de la persona, con la manera en que vive y experimenta una situación conflictiva que lo impacta. La misma situación puede desencadenar un cáncer en diferentes órganos del cuerpo dependiendo de la forma en que dicha situación es vivida por la persona. Es el sentir de la persona lo que va a determinar la localización del impacto cerebral y con ello el impacto al órgano afectado que corresponde a dicha localización cerebral."

2. Ley de la Simpacotonía y Vagotonía: Toda aparición de un DHS es seguido por una etapa de Simpacotonía (fase activa del conflicto), y otra de Vagotonía (fase resolutiva o curativa del conflicto). Esto significa que tras la vivencia de un suceso que nos ocasiona un conflicto psíquico, el organismo pone en marcha un sistema para procesar y resolver las implicaciones de dicho conflicto a nivel biológico. En la primera etapa, también llamada fase fría, el organismo se prepara para enfrentar el conflicto. Este periodo de simpacotonía es muy importante, pues permite a la persona sobrevivir a pesar del gran impacto que acaba de sufrir. Normalmente cambia el carácter de la persona, puede estar irritable, nerviosa, malhumorada; los familiares suelen notarla rara, dicen que le ha cambiado el carácter. Come menos, duerme poco o no duerme, adelgaza, y las palmas de las manos están muy frías. Por el contrario, durante la siguiente etapa que es la fase de vagotonía o fase caliente, el organismo va a llegar a la resolución del conflicto. Aquí es donde empieza en realidad la curación, sin embargo hasta ahora se había estado pensando que esto era la enfermedad, puesto que es aquí cuando aparecen los primeros síntomas físicos evidentes que pueden ser desde ulceraciones hasta tumoraciones cancerígenas, en función de la zona cerebral que haya sido afectada durante el DHS.

Madam Sixt: "Es muy importante comprender esta ley porque si se entiende bien, se entiende el fundamento de esta nueva perspectiva. Tenemos un sistema biológico extraordinariamente bien concebido para proteger la vida. El DHS, es más que un simple estrés, se trata de una grave preocupación y este profundo impacto cerebral, va a desencadenar en el organismo una reacción, una respuesta que se llama de simpacotonía. A partir de la aparición del DHS todo nuestro organismo entra en estado de emergencia para intentar buscar una salida a esta situación tan dramática que nos agobia. En este combate que se inicia, toda nuestra energía se va a centrar en un punto para encontrar una salida y eso va a hacer que nuestro cuerpo se enfríe en esos momentos. La segunda fase, la de vagotonía, va a llevar a la resolución del conflicto. Esta es la terapia natural que ofrece la naturaleza. Esta es la fase de reparación. En la primera es donde se combate. Ahora descansamos y nos recuperamos. Aquí es donde empieza la curación y aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, de lo que llamamos e interpretamos como enfermedad. Aparece edematización en el foco de Hammer y en el órgano afectado. Edematizar significa que el órgano se hincha de líquido, está inflamado. El cerebro es como una esponja, cuando hay edematización, se hincha de líquido y eso puede provocar dolor cerebral y a nivel del órgano también. Los tres niveles, psíquico (emocional), cerebral (mental) y orgánico (corporal), se reparan simultáneamente. Los dos niveles que podemos ver, el del cerebro y el del órgano, aparecen hinchados y esto resulta muy evidente en un tac (Tomógrafo Axial Computarizado). En esta fase va a haber fatiga, pueden haber pérdidas de sangre, puede haber fiebre, pueden haber dolores, sudoración... hasta el día en que aparece la crisis epileptoide o crisis de curación que, dependiendo de la enfermedad, puede presentarse como un punto de máximo agotamiento o de fiebre intensa en el que sube la temperatura hasta 40 grados, por ejemplo. Cada tipo de conflicto va a desencadenar una manifestación diferente. Cuando hay conflictos que afectan la motricidad, la crisis no es epileptoide sino epiléptica, con los espasmos conocidos. En la primera parte de la vagotonía los síntomas son tolerables, en la segunda se incrementan y en la tercera, parecen alarmantes. Es cuando se suele recurrir al médico. Cuando se hacen análisis puede que los valores sanguíneos aparezcan alterados. Los marcadores tumorales (las pruebas que se hacen ahora para el cáncer), pueden estar disparados. Los médicos se alarman, pero no se asustarían tanto si entendieran que es el principio de un proceso de curación. El mensaje de este proceso biológico es "descansa, reposa, permanece en quietud". Desgraciadamente en esta fase reparadora, que es donde hay más síntomas, es cuando más nos alarmamos, y a veces lo que ocurre es que terminamos muriéndonos de miedo. Cuando uno va al médico llega con un conflicto, pero sale con dos, el segundo es que uno sale muerto de miedo. El médico trabaja con toda su buena voluntad, pero no conoce esta perspectiva. Ahora vosotros la conocéis. Esta etapa de crisis epiléptica o epileptoide es el estupendo sistema que ha encontrado la Madre Naturaleza para poder evacuar los edemas a nivel cerebral, que es el nivel más peligroso. En esta etapa de vagotonía, hay una breve parte en la que por algunos momentos vuelves al estado de simpacotonía y ocurre una vasocostricción que aprieta y ayuda a evacuar el edema, especialmente a nivel cerebral. En el momento de estas crisis epileptoides, dependiendo de la magnitud, es posible que la persona se orine encima. Va a haber un pico de fiebre alta y sudoración, que son los medios naturales que el cuerpo tiene para refrescarse, para enfriarse cuando ha habido esta situación. Para ayudar a pasar este momento a la persona, las cosas pueden variar dependiendo del daño que hay y de los síntomas, pero por ejemplo se puede ayudar aplicando compresas frías a nivel local y a nivel cerebral. Podéis ver que en general no hacen falta medicamentos muy caros ni procesos muy sofisticados."

3. Ley del sistema de ontología de los tumores y enfermedades afines: Cuando el DHS impacta una zona perteneciente al endodermo o mesodermo, durante la fase activa del conflicto se generan proliferación celular o tumoraciones en los órganos correspondientes, mientras que cuando se impacta una zona dentro del ectodermo, durante la fase activa se generan necrosis o ulceraciones en los órganos correspondientes. Cada órgano que hay en el cuerpo tiene un relé cerebral, o sea, una correspondencia con cierta zona específica del cerebro humano que está dividido en tres capas: 1) endodermo (tronco cerebral y cerebelo), 2) mesodermo, y 3) ectodermo (córtex cerebral). Dependiendo de la zona carebral impactada durante el DHS, tendremos una manifestación diferente de dicho impacto en el órgano correspondiente a dicha zona.

Madam Sixt: "Pensando en las necesidades de los primeros mamíferos, que son las que tenía que enfrentar el cerebro arcaico (el endodermo), tenemos que si al intestino llega por ejemplo un trozo de hueso, el organismo pone en marcha un programa de emergencia que se gobierna desde el tronco cerebral, quien ordena una multiplicación celular en el punto donde se encuentra el atasco provocado por el hueso. Esto significa que va a haber intestino de más, o sea, va a haber un tumor que va a ocasionar que se produzca más ácido gástrico y este exceso de secreción va a hacer que este hueso que se ha atascado pueda digerirse, pueda evacuarse. El tumor tiene la función de digerir el hueso o lo que está atascado. Y lo mismo ocurre a nivel psíquico cuando no podemos digerir lo que nos ha ocurrido. En un conflicto figurado, en una situación que dices "esto no me lo trago, no lo puedo digerir" el intestino va a hacer una proliferación celular para intentar digerir alguna situación que a la persona le parece indigesta. "Lo que me ha hecho es una mala jugada, esto no lo digiero", esto no es objetivo, es subjetivo, pero el intestino responde de la misma manera. Por ejemplo, el vecino de una persona aparcaba siempre el auto en el camino que iba hacia su cochera. Él le dijo un par de veces que no aparcara el auto en su parcela, y al cabo del tiempo se enteró de que el jardín pertenecía a ambos, pero el vecino ya se había ido al juzgado a poner una denuncia sin avisarle previamente a la persona. Esta persona vive esto como una mala jugada porque él cuando le molestó el coche lo avisó y lo intentó arreglar amigablemente, y el hecho de que el vecino se hubiera ido directamente al juzgado sin intentar hacer un acuerdo previo, le pareció una mala jugada. Para digerir esta situación subjetivamente indigesta, su cuerpo respondió produciendo un temor. Mientras dura la simpacotomía, hay una hiperactividad en el intestino hasta que encuentra una solución.
El tronco cerebral que es la parte más interna, constituye el cerebro arcaico y está en correlación con el tejido endodérmico, por lo que todos los órganos que corresponden a esta zona, van a generar tumores en la fase activa del conflicto. Por ejemplo, entre los relés que en un tac aparecen en la zona del tronco cerebral encontramos alvéolos pulmonares, intestino, hígado, próstata y la matriz, por lo que en la fase activa de un conflicto de sensibilidad en el que se vean afectados estos órganos, va a haber proliferación celular, lo que significa, aparición de una tumoración, que es tejido de más. Desde el punto de vista del sentido biológico, este tumor es indispensable. También todos los relés del cerebelo, al que corresponden las mamas y los tejidos de protección como la pleura, el pericardio, peritoneo, meninges y la piel, generan proliferación celular. Es increíble lo que la naturaleza ha dispuesto para situaciones de protección ante las agresiones. Si alguien te insulta o habla mal de ti a tus espaldas y es un hecho muy dramático de graves consecuencias, puedes crear un melanoma en la espalda que es una proliferación celular de la dermis en la espalda. La idea es la protección. Si hay ataques contra el corazón, lo protege el pericardio; si hay un órgano que es importante proteger es el corazón porque si éste no funciona, ya no hay vida. Para proteger mejor, el pericarpio y éstos órganos se hacen más densos. El pericarpio por ejemplo, se llena de pequeñas tumoraciones que hacen una capa más espesa, más gruesa para formar una coraza, y eso ocurre en la fase activa del conflicto. Los órganos que tienen relés en el ectodermo, tales como las vías biliares, durante la fase activa van a hacer ulceraciones o necrosis de tejido. En una hepatitis viral, por ejemplo, la persona está en vagotonía, está en resolución, se están limpiando las vías biliares del hígado que pertenecen a la hoja embrionaria del ectodermo, el conflicto es contrariedad, rencor en el territorio. La persona tiene dolor en la zona porque las vías biliares se hinchan y la gran fatiga que acompaña a la hepatitis es un requerimiento de la naturaleza para que la persona permanezca en reposo ya que se necesita mucha energía en estos momentos para efectuar la reparación de la zona dañada.
Les voy a poner algunos ejemplos para que todo esto se entienda mejor. El primero es el caso de una mujer a la que le diagnostican cáncer en la mama izquierda. Es una mujer zurda que vive en la actualidad y de la que yo puedo dar testimonio. Cuando yo recibo a esta señora, le digo: "Señora, de acuerdo al esquema de Hammer usted tiene un conflicto con su pareja." Ella me dice: "No, no, no. Yo tengo un conflicto con mi madre, no con mi pareja", y durante toda una hora me cuenta los conflictos que tiene con su madre. Yo le digo: "Vale, efectivamente, usted tiene un conflicto con su madre porque en el escáner cerebral puedo apreciar que efectivamente hay un foco de Hammer en la zona que corresponde a la mama derecha, lo cual indica que hay un conflicto latente con su madre, ese es un conflicto antiguo que tampoco está curado; sin embargo, la mama izquierda es la que en estos momentos está teniendo mucha sintomatología, lo cual indica que está usted pasando por una fase de resolución de un conflicto de separación de una pareja." Ella me dice nuevamente "No". Yo insisto y le digo "Ha perdido a un compañero que es como si se lo hubieran arrancado de su pecho". Y en ese momento la mujer reaccionó y me dijo: "¡Es cierto! Murió un hombre sobre mi pecho izquierdo. Pero no era mi compañero. Era el marido de mi mejor amiga". Pero resulta que ella estaba platónicamente enamorada de él y en el momento en el que expiraba, ella sintió una gran desesperación y un imperioso deseo de retenerlo, de querer darle vida, de querer nutrirlo. Y el impacto de que no pudo hacer nada para evitarlo y de que además murió en sus brazos y no en los de su amiga, fue un impacto biológico que vivió en soledad, y que no sabía como confrontarse con esa vivencia. Eso duró seis meses, hasta que decidió irse de vacaciones con su amiga y ambas finalmente se sinceraron, compartieron su dolor e incluso le explicó a su amiga toda la verdad de lo que había pasado y cómo lo había sentido. Y gracias a ello finalmente pudo liberarse de ese peso y solucionar ese conflicto y fue cuando apareció el tumor en su mama izquierda.
Tenemos también el caso de un hombre que era socio de una empresa dedicada a la fabricación de PVC que vendía sus productos en distintos países. Vino a verme porque tenía un cáncer en los testículos. En esta fase activa viene y me dice. "Me estoy quedando sin testículo, ¿qué me está pasando?" Y yo le digo "Usted ha hecho un conflicto de pérdida. Usted ha perdido a alguien, un ser muy querido". Y su mujer que venía acompañándolo, me dice: ¡Oh, lo que ha perdido mi marido es mucho dinero. Han cerrado varias sucursales por la situación económica tan difícil y ha tenido una gran pérdida, pero económica." Y yo le digo: "Sí, pero esto en el testículo tiene un matiz sexual y de una mala jugada", Yo pensé por un momento que quizá el hombre había tenido una amante y dejé insinuar vagamente esta posibilidad. Pero el hombre lo negó categóricamente. Entonces le dije: "A lo mejor ha perdido usted un animal". Y el hombre se puso a llorar y me dijo: "Sí, sí, he perdido a mi gato". Y allí estaba ese hombre tan grande y tan influyente llorando por la muerte de un gato. Y uno piensa, este hombre que ha tenido que despedir a tanta gente y ha perdido tanto dinero, ¿qué puede representar para él la muerte de un gato? Pero no es exactamente la muerte del gato lo que ha hecho la enfermedad. Él está de viaje y su mujer le telefonea para decirle que el gato al que tanto afecto le tiene, ha muerto. Él le pide que lleven al gato al centro veterinario para ponerlo en la cámara frigorífica para que cuando él vuelva lo pueda enterrar. Él quiere enterrar a su gato, pero cuando llega de viaje y se va directamente a la clínica, se entera de que el veterinario no tiene ningún gato. Va a su casa y pregunta por su gato. Le dicen que lo han enterrado en el jardín. En ese momento es cuando recibe el impacto porque la esposa y los dos hijos le dicen que era una tontería, que no iban a pasar vergüenzas en el veterinario porque él quería enterrar a un gato, que simplemente lo enterraron y ya. Y es el dolor por esa falta de sensibilidad, de atención a sus sentimientos, que le causa un impacto tremendo, ese es el momento del DHS. Para él era una pérdida porque tenía un cariño muy especial a ese gato. Y encima no han cumplido su voluntad... Eso es lo que le da el matiz de mala jugada. Además constantemente le pedía a su mujer que fueran a buscar un gatito porque él quería tener otro gatito en la casa, pero la mujer se negaba. Y yo les dije: "Bueno, pues en este caso, hay que elegir: el testículo o el gato". Cuando salieron de la consulta, la mujer todavía no quería tener a otro gato, pero finalmente lo discutieron, lo hablaron, adquirieron otro gato y este hombre se curó. Desde el momento del impacto hasta el momento que compraron otro gato, él fue haciendo conflicto y perdiendo masa del testículo. Lo que genera el conflicto, el DHS, visto desde afuera puede parecer algo muy anodino, pero para este hombre, el animal era sumamente importante, era el que mantenía el clima de familia, un animal crea un ambiente, crea un clima en la familia. Si hay una disputa en la familia, de repente el gato, el perro entrar y te lamen, te dan la pata y se para la discusión.
Otro caso muy típico es del cáncer de hígado, que está vinculado al sentimiento de carencia material, de carencia de dinero. Tenemos el caso de un hombre al que cuando le faltan dos años para el retiro, el director de la compañía donde trabaja lo llama a su despacho y le dice que ha pensado en darle un retiro anticipado para incorporar personal más joven en la empresa. En ese momento el hombre sufre un gran impacto ya que el preretiro implica una baja respecto a sus ingresos regulares, y al pensar en sus cuatro hijos, se angustia porque siente que ya no podrá pagar su educación. Biológicamente aquí es donde comienza su conflicto. Comienza su lucha al pensar en cómo poder pagar los estudios de sus cuatro hijos. Durante la fase de simpacotonía hace negociaciones con el director, va al sindicato, intenta lograr un buen acuerdo. Y en esa fase de combate, un día se presenta con toda su buena fe al director y le dice: "Bueno, está bien, yo acepto este retiro anticipado, pero tú contratas a dos de mis hijos en la empresa". El director dice "Vale, contrato uno, pero no los dos". Y el hombre insiste en que no se saldrá hasta que contrate a los dos. El conflicto se prolonga y finalmente llegan a un acuerdo, pero durante todo ese tiempo de incertidumbre, el hombre genera un cáncer en el hígado. El sentido biológico del hígado es hacer reserva mientras él lucha para encontrar una solución para el futuro de sus hijos. Si este mismo hombre hubiese vivido el conflicto como una pérdida de territorialidad, hubiese desarrollado una afección en las coronarias. El hecho de que su primer pensamiento ante la noticia del retiro anticipado haya sido "¿cómo voy a pagar los estudios de mis hijos?" en vez de pensar "¿qué voy a hacer ahora sin trabajo?" determinó que el órgano afectado fuese el hígado y no las coronarias.

4. Ley del sistema de ontogénesis de los microbios y bacterias: Los microbios, bacterias y virus colaboran con el organismo durante la fase de curación. Si el DHS ha afectado un relé que se encuentra en el endodermo o en el mesodermo, durante la fase de resolución aparecerán hongos, microbacterias y gérmenes que ayudarán a eliminar la proliferación celular o la tumoración que se produjo durante la fase activa; mientras que si se afectó el ectodermo, durante la fase de resolución aparecerán microorganismos y virus que ayudarán a restaurar las necrosis o ulceraciones producidas en la fase activa del conflicto.
Madam Sixt: "Esta ley cambia totalmente la creencia de que los microorganismos son perjudiciales, pues bajo esta perspectiva, no producen la enfermedad, sino que aparecen o proliferan durante la fase de reparación que pone en marcha el organismo y colaboran en sus tareas de restauración. En la fase de curación aparece el proceso inverso al que se desató durante la fase activa y se pone en marcha un programa especial de eliminación de lo que se haya producido durante la fase activa. Por ejemplo puede haber una citis en peritoneo, y lo que va a hacer esa citis, ese líquido, ese edema, es favorecer la llegada de microorganismo para la evacuación de todos estos pequeños tumores del peritoneo. También tenemos a nuestros amigos los virus y ya sabéis hoy en día todo lo que se les rehuye, todo lo que se habla sobre las enfermedades de origen viral y toda la responsabilidad que se les hecha encima, cuando en realidad los virus tienen principalmente un rol de transportadores de las proteínas y sustancias nutritivas para rellenar las úlceras. Por ejemplo en una enfermedad de origen viral como la rubéola, en la fase activa del conflicto hay como pequeñitas lesiones, ulceraciones en la piel, y en la fase de curación, nuestros amigos los virus vienen a hacer el relleno. Pero sólo causarán una _enfermedad viral _ las personas que lleguen a una fase de resolución, a una etapa de vagotonía. Nunca habrá ninguna infección por ningún virus o microorganismo en la fase de simpacotonía, siempre intervienen en la fase de vagotonía. Esta fase es la más importante en todo el proceso. Después de la crisis epileptoide o de curación, el cerebro conserva aún algo de edema. Este edema residual tiene un sentido biológico muy profundo, especialmente en los casos donde aparecen tumores porque va a permitir que se evacue o se enquiste la tumoración. Dependiendo de la hoja embrionaria donde está asentada esta tumoración, hay algunos tumores que se desprenden y se evacuan, otros se enquistan y quedan perfectamente bien delimitados y enquistados. Sin embargo hay personas que pueden morir en esta fase. Eso es una realidad, dependiendo de la gravedad y del órgano lesionado. Por ejemplo, algo que puede ser mortal son las lesiones en las coronarias, donde se muere de un infarto al miocardio. Cuando una persona muere por esta causa es que ha tenido un conflicto que ha durado más de nueve meses y hay una importante lesión. El edema es excesivo y en esa fase de crisis. Sólo en caso de que el conflicto haya durado más de nueve meses afectado a las coronarias hay un infarto mortal, si ha durado menos hay pequeños infartos que afecta una zona determinada y la persona puede curativa no logra desprenderse y allí hay un colapso que impide acceder a la normatonía sobrevivir y solucionar su conflicto. Toda vez que se presenta esta crisis de curación hay otras tres semanas en las que se observa una gran fatiga. Es una fase exudativa en la que el cuerpo limpia o expulsa lo que no necesita. Como requiere mucha energía para terminar de reparar y limpiar la zona dañada, impone un descanso que resulta imprescindible. En esta fase el paciente debe estar muy bien cuidado porque es una fase en la que está muy sensible, muy receptivo y es muy vulnerable a caer nuevamente en otro conflicto. Evidentemente en esta fase puede haber mucho dolor, como por ejemplo en el cáncer de huesos porque el periosto, la capa que recubre el hueso, que es la única que está enervada, se despega debido al edema y esto es extremadamente doloroso. En esta fase hay que ser muy paciente. No tener miedo y no decir, "Sí, pero esto se está haciendo muy lago, no sé..." No. Hay que entender lo que pasa, hay que saber que es natural y hay que tener mucha paciencia, protegiendo y rodeando a esta persona durante un mes o mes y medio para que esté tranquila y luego esto se supera y se vuelve a una normatonía."

5. Ley de la Quintaesencia o comprensión del sentido de la enfermedad: Toda enfermedad es un programa especial que pone en marcha la naturaleza y tiene un profundo sentido biológico. Debajo de los malestares, dolores, trastornos y estorbos, la naturaleza nos brinda la oportunidad de poder recuperarnos y compensar los desgastes provocados por los conflictos biológicos que originan los conflictos psíquicos. Si observamos bien, comprendemos y no tenemos pánico, volveremos de nuevo a estar curados y regenerados.
Madam Sixt: "Es la quintaesencia, la deducción que se puede extraer de las otras cuatro leyes. En esta nueva perspectiva de la Medicinad el Corazón, no hay benigno ni maligno, sólo hay el profundo sentido biológico de la naturaleza, los ritmos de normatonía, simpacotonía, vagotonía, normatonía... Y todo esto tiene un profundo sentido. Es necesario advertir que esto es un esquema ideal, esto supone que la persona soluciona el conflicto y todo va bien, pero por desgracia este esquema no suele presentarse mucho aún porque el solo hecho de ir al médico provoca lo que ellos llaman metástasis, una hipótesis que nunca ha sido probada, como pasa con la mayoría de los conceptos de la medicina actual. O sea que el mismo cáncer "se extiende" hacia más de un órgano, cuando lo que en realidad ocurre es que hay más de un conflicto activo. Por ejemplo en el caso del señor con cáncer en el hígado, si además de preocuparse por la subsistencia afectando su hígado, también se hubiera sentido desvalorizado, podría haber afectado sus huesos y presentar las dos afecciones. No obstante, como los médicos no comprenden esto, piensan que el paciente está muy grave y al ofrecer tal diagnóstico generamos un tercer conflicto provocado por el miedo: "Me voy a morir, de esta no me salvo..." o "Me voy a morir y qué va a ser de mis hijos, estos niños tan pequeños..." Entonces cuando la persona regresa al médico un mes después, ya no sólo tiene cáncer en hígado y huesos, sino cáncer de pulmón."


Resumen de la Conferencia de Madam Sixt: La Nueva Medicina
pronunciada en las instalaciones de la Asociación
Ment Clara en junio del 2000 / Barcelona.
Resumen realizado por
Karina Malpica
y autorizado para su publicación por Madam Sixt

Las cinco leyes biológicas.

La primera ley biológica de la Nueva Medicina.
La Ley de Hierro del Cáncer.
La expresión Ley de Hierro del Cáncer está vinculada con la historia. Al principio, buscaba únicamente las causas y los efectos de las enfermedades cancerosas. Cuando en 1981, en Oberaudorf, cerca de Kufstein (3 años después de mi propio cáncer), descubrí la primera ley biológica, la llamé Ley de Hierro del Cáncer, con sus tres criterios.
Al origen, se tomaba por cáncer un tumor con importante multiplicación celular. Se pensaba que las células cancerosas emigraban hacia otros lugares del cuerpo humano, las metástasis que finalmente no existen. Cuando se encontraron los médicos, cada vez más a menudo, confrontados con metástasis óseas, que son todo lo contrario de una multiplicación celular, dado que el hueso es lesionado, ya no se supo lo que era realmente el cáncer. El decano de la facultad de Tübingen contestó al juez, en 1986, durante el juicio de habilitación, que el cáncer se componía de células gruesas con un núcleo importante y que había mitosis (división celular). Claro que todas las células son gruesas antes de dividirse, casi el doble de las demás, y su núcleo es también dos veces más gordo que antes. Ya que de un núcleo saldrán dos, y de una célula gruesa, dos células normales. Se creía igualmente que las metástasis óseas, es decir de las cavidades óseas, de donde millones de células habían desaparecido, en lugar de haber creado nuevas células, no podían curarse y no podían rellenarse otra vez de tejido óseo (callo). Fue cuando los radiólogos constataron que, en algunos pacientes, que presentaban antes necrosis óseas, aparecían más tarde en sus radios, en los mismos lugares, unas manchas blancas. No sólo había más tejido óseo que antes (agujero), sino que era más espeso que en un hueso sano. Se llamó a estas manchas blancas, por oposición a las necrosis óseas, metástasis osteoblásticas (que aseguran la formación de la trama ósea). Las necrosis óseas fueron llamadas metástasis osteoclásticas (agentes destructores de la substancia ósea).
Ya nadie entendía nada al asunto. Las metástasis osteoblásticas no eran, en fin de cuentas, más que la curación de la necrosis ósea, igual que el osteosarcoma. No se mencionaba al osteosarcoma más que cuando se abría el periostio, por ejemplo para efectuar una toma. El callo que se formaba para rellenar la cavidad y que producía una presión en el interior del hueso, curvando el periostio (muy doloroso), se derramaba durante la intervención en los tejidos lindantes, las células del callo crecían y endurecían el tejido. Existía entonces un semi-hueso, que nombraban osteosarcoma.
Como siempre ocurre, cuando falta el conocimiento, se recurre a la creación de dogmas. Todo fue repartido entre benigno y maligno.
Fue en 1981 que hice saber que el cáncer, al contrario de lo que se pensaba, provenía de un choque psíquico inesperado, choque que toma al ser humano o al animal por sorpresa, lo que llamo el choque conflictivo biológico; aquel cáncer se desarrolla mientras exista el conflicto biológico y podría, en cuanto cese el conflicto, si se dejase hacer a la naturaleza, desaparecer espontáneamente.
Dejar a la naturaleza actuar, es por ejemplo el aceptar la presencia de micobacterias, no intervenir en el periostio, no emprender quimioterapia, ni rayos, ni tomar morfina. Todos aquellos tratamientos no son biológicos y contrarian el ciclo natural que funciona desde hace millones de años. Son responsables de las estadísticas del Centro Alemán de Investigación sobre el Cáncer, de Heidelberg: el 98% de las personas afectadas de cáncer y tratadas por ello mueren en los siete años, el 95% fallecen ya al cabo de cinco años.
Con la Nueva Medicina, el 95% de los pacientes no tratados (nada de quimioterapia, etc.) sobreviven. Para los animales, hablaremos del 80% al 90% de curaciones espontáneas si se deja hacer a la naturaleza. Antes de 1981, teníamos varias teorías en cuanto al orígen del cáncer, mas nadie se imaginaba que pudiese sobrevenir durante un choque conflictivo biológico extremadamente brutal, dramaticamente vivido en la soledad (no expresado, no escuchado, no oído). Sin embargo, aquella hipótesis fue citada ya hace varios siglos, y en la Antigüedad, pero había caído en el olvido y considerada como no científica. Debo ser sincero: en la época, no conocía la quinta ley biológica. ¡No ocurre igual con el DHS (Dirk Hamer Syndrom) durante un conflicto biológico!. Puede que el DHS le tome por sorpresa, también presenta una apertura y la posibilidad de compensar esta malfunción. Sin el DHS, esta posibilidad, aprovechada en el 95% de los casos, no existiría. De ello viene el programa biológico adecuado de la naturaleza, llamado SBS (programa biológico especial), una posibilidad de recuperar el momento de inatención.
Es muy importante, querido lector, comprender perfectamente el DHS, así, habrá comprendido la mitad de la Nueva Medicina. En efecto, el DHS será el eje, el polo de toda medicina por venir.
Primer criterio.
Todo cáncer o enfermedad equivalente al cáncer es un programa biológico especial adecuado (SBS) y empieza por un DHS, a saber un choque conflictivo biológico extremadamente brutal, vivido en la soledad. Se localiza en los tres niveles: psíquico–cerebral–orgánico.
Todo lo que no es cáncer es equivalente al cáncer. Quiero hablar de todas las enfermedades existentes, a sabiendas de que lo que llamamos hoy en día enfermedad es siempre una fase de conflicto (activo o solucionado). Ahora, podríamos llamarla: La Ley de Hierro de toda medicina. (Pero nos quedaremos con la denominación de origen).
El psiquismo, el cerebro y el órgano constituyen el organismo entero. Clasificamos el organismo en tres niveles para trabajar mejor en cada nivel de manera científica y biológica. Ya que el DHS tiene une incidencia sincronizada en los tres niveles, debemos encontrarlo en cada nivel. Dado que queremos y debemos posteriormente reconstruir el DHS, el hecho de poder encontrarlo en los tres niveles constituye una gran suerte para nuestras investigaciones sobre el psiquismo y el órgano. El DHS lo desencadena todo. Al momento preciso del DHS son fijadas una vez por todas la localización en el cerebro y la localización del cáncer o su equivalente en el órgano. Pero hay que notar otro punto importante: son los raíles de los cuales hablaré más extensamente. Todo lo que siente el individuo en el momento del DHS, que sea por la vista, el oído, el olfato o el tacto, así como los distintos aspectos de su conflicto, quedan anclados en él y se pueden más o menos ver en una tomografía cerebral. Por ejemplo, una mujer dextra de 40 años sorprende a su marido in fraganti con una bella muchacha de 18 años en el lecho conyugal. Si quiere a su marido, tendrá probablemente un conflicto de tipo sexual, pero también tendrá un conflicto de desvalorización en relación con su pareja, con decalcificación del hombro derecho. Si no se trata de una bella muchacha, sino de una prostituta, el conflicto sexual seguirá presente, pero se añadirá un conflicto en relación con el compañero, que ocasiona un cáncer del seno derecho, y un conflicto de asco, ya que una prostituta estaba acostada en la cama del matrimonio, además de un conflicto de disgusto (hipoglicemia) por el asco experimentado.
Todos los distintos aspectos, que funcionan casi como el conflicto biológico mismo, con los distintos raíles, están presentes ahora. Lo que significa raíl: Cada vez que volvemos a sentir uno de los elementos del conflicto, volvemos a vivir el conflicto inicial y regresamos en el raíl. Ejemplo: el color del pelo, la forma de la cara, la silueta del busto de la amante del marido, su olor, su perfume, su voz, etc. recuerdan el conflicto inicial. En el caso de un encuentro posterior con cualquiera mujer recordándole aquella amante, la esposa se encuentra otra vez inmediatamente en el raíl. Esto despierta el complejo conflictivo entero. Es la razón por la que la búsqueda del DHS es absolutamente esencial para el diagnóstico. No basta con encontrar el DHS, mas nuestros estudiantes tienen también que rastrear cualquier recuerdo o sensación del enfermo, porque son muy importantes. Sólo podemos entender ciertas recidivas si conocemos los raíles que el DHS dispuso.
Segundo criterio.
En el instante del DHS, es el tenor del conflicto biológico que determina tanto la localización del Foco de Hamer en el cerebro (FH: configuración en forma de blanco en el cerebro y en algunos órganos) como la localización del cáncer o de su equivalente (SBS) en el órgano.
De hecho, el segundo criterio viene precisando el último punto del primer criterio: el contenido del conflicto biológico y la localización en el cerebro y en el órgano se determinan en el momento mismo del DHS. ¡El conflicto biológico es síncrono con los tres niveles, al mismo instante: es posible constatarlo, verlo, medirlo!.
El paciente no puede ignorar el DHS en el escaner si sabe de qué se trata, y es igual para con el médico. No se puede ignorar una configuración en forma de blanco en una tomografía cerebral. Al mismo momento del DHS, el órgano se ve igualmente afectado por una multiplicación celular o, en otros casos de cánceres, por una pérdida celular conduciendo a una úlcera o a una necrosis (tumor de la piel o de la mucosa).
Tal y como ya lo hemos mencionado, se nos ofrece ahora, por segunda vez, la posibilidad de prever el desarrollo de lo que llamamos enfermedad (y que reconocemos por parte del programa especial biológico adecuado previsto por la naturaleza), del mismo modo que se puede prever el desarrollo de un embarazo.
Tercer criterio.
El desarrollo del SBS en los tres niveles (psíquico, cerebral y orgánico) a partir del DHS y hasta resolución del conflicto (si solución hay) y la crisis epiléptica son perfectamente sincronizados.
Este tercer criterio hace de la Nueva Medicina, desde el principio, una ciencia, en el sentido de las ciencias físicas, naturales y biológicas. Nos permite reconstruir y reproducir cada caso medical, lo que nunca fue posible con la medicina convencionada.
La segunda ley biológica.
Todo SBS sigue una evolución bifásica cuando el conflicto ha sido resuelto.
El esquema anterior muestra un SBS (programa biológico especial) clásico, cuando hubo solución del conflicto (CL). Es el caso más frecuente, pero en el 5 al 10% de los casos, no hay solución del conflicto, sea porque el individuo no encuentra solución, sea porque la naturaleza previó justamente la no-resolución del conflicto, para permitir la formación de grupos sociales, tanto en el medio animal (rebaño, manada) como en la familia.
Aquel esquema enseña que el DHS transforma la normotonía (ritmo día/noche) en simpaticotonía permanente, lo que corresponde a un estrés continuo, estrés que permanecerá hasta la solución del conflicto, cuando, durante la conflictolisis, se instala una vagotonía permanente. Podríamos traducir vagotonía por cansancio o reposo continuo. Aquella vagotonía será sólo interrumpida, a su punto más bajo, por la crisis epiléptica, punto simpaticotónico que caracteriza el cambio brusco de la fase vagotónica, con una necesidad importante de orinar que permitirá la eliminación de gran parte de los depósitos líquidos. El SBS se acaba con la vuelta a la normalidad o normotonía.
Cada médico tuvo, para sus exámenes, que aprenderse de memoria las 1000 enfermedades de la medicina con sus síntomas y sus terapias. Identificamos aproximadamente 500 enfermedades frías (cáncer, angina de pecho, esclerosis en placa, depresión y trastornos mentales, etc.) y alrededor de 500 enfermedades calientes (infecciones, reumatismo, leucemia, osteosarcoma, enfermedad de Hodgkin, etc.). Lo que hemos estudiado como enfermedades no eran más que una fase del SBS para las enfermedades frías de la simpaticotonía. No habíamos visto la fase caliente de la vagotonía (gripe u otra enfermedad infecciosa) y para las enfermedades calientes, se nos había escapado la fase fría o la habíamos, por error, identificado como enfermedad en sí. De aquel modo, no podíamos comprender la enfermedad ni tratar al paciente de manera realmente científica.
Llegamos hasta lo absurdo, cuando identificamos, por ejemplo, la crisis epiléptica del infarto del miocardo (extremo simpaticotónico al punto más bajo de la vagotonía) con una enfermedad en sí.
Desgraciados ignorantes éramos, presumimos 10 enfermedades en el caso del cáncer de hueso, cuando se trataba de un único SBS:
Cáncer de hueso = osteolisis =
· metastasis osteoclásticas: plasmocitoma, osteosarcoma, reumatismo articular agudo, reumatismo articular crónico primario.
· metastasis osteoblásticas: anemia, policitemia, leucopenia y leucemia.
No estudiaremos aún la quinta ley biológica de la Nueva Medicina: la quintaesencia. Si no, tenemos que reconocer que hemos interpretado las enfermedades como manifestaciones malignas, averías de una naturaleza imperfecta, como el mal, cuando el único mal era nuestra ignorancia sin límites. ¡La naturaleza siempre fue perfecta!.
La tercer ley biológica.
El sistema ontogenético de las «enfermedades».
(Cáncer o equivalentes al cáncer) como SBS (programa biológico especial adecuado).

En el esquema, se disciernen dos zonas: una zona inferior amarilla y una zona superior roja.
La parte amarilla corresponde con el cerebelo, la roja corresponde con el cerebro, como se puede rápidamente averiguar a la izquierda del esquema.
Las alas, (estrías naranjas) forman el cerebelo. Las estrías naranjas pertenecen al cerebelo pero también a la hoja embrionaria media (mesodermo).
Miremos otra vez el esquema: podemos ver que al nivel del cerebelo, la fase activa del conflicto se caracteriza por una multiplicación celular; luego, durante la fase de curación, depués de la solución del conflicto (CL), que llamamos también fase post-conflictolítica (o fase PCL), el tumor se verá eliminado por micobacterias (tuberculosis).
En lo que concierne el cerebro (zona roja), es todo lo contrario: en fase activa del conflicto, hay destrucción celular (necrosis y úlcera) y en fase PCL, aquellas necrosis y úlceras serán rellenados y curados.
La restitución y la curación de las necrosis y de los úlceras en fase PCL fueron llamados cánceres y sarcomas, ya que entonces se notaba una multiplicación de células y núcleos gruesos (mitosis). En realidad, aquello ocurría con el propósito de la curación, mas nadie lo sabía.
La llave del misterio es que tenemos también que tomar en cuenta la hoja embrionaria y la localización del relé cerebral específico al órgano. Así, ahora podemos muy claramente clasificar todos los cánceres y las enfermedades equivalentes al cáncer (que no eran más que una de las fases) y podemos encontrar por la misma ocasión los síntomas y las relaciones de la fase complementaria.
Con la tercera ley biológica, podemos comprender las causas, la base de todos los fenómenos de la naturaleza en la medicina:
Podemos comprender que los SBS de cada hoja embrionaria son unos hechos que vuelven con regularidad tanto en nosotros como en todas las criaturas, unos hechos programados en nuestro cerebro desde hace millones de años, que se desarrollan más o menos del mismo modo, igualmente desde hace millones de años.
Nos está dado comprender ahora por qué aquellos fenómenos adecuados fueron creados por la naturaleza de distintos modos, ya que existen varias hojas embrionarias.
Podemos realizar por qué no nos era posible comprender el cáncer, mientras no habíamos entendido las causas y los efectos y, antes que todo, el mecanismo de creación de nuestra evolución en relación con nuestros programas conflictivos biológicos. Es la razón por la que, en nuestra ignorancia, siempre habíamos pretendido que el cáncer era inembargable, maligno, que se trataba de un fenómeno totalmente incontrolable y que evolucionaba de una manera salvaje, que nadie podía entender. ¡Todo aquello era falso!.
El cáncer y todas las demás supuestas enfermedades que comprendemos ahora como programas biológicos adecuados (SBS) son de lo más sensato, lógico y comprensible. Todo está gobernado por las cinco leyes biológicas de la naturaleza, como se lo estoy explicando. Lo que constituye un verdadero punto de vista científico, ante las 5000 hipótesis no probadas e imposibles de probar de la medicina convencionada.

La cuarta ley biológica.
El sistema ontogenético de los microbios.
En este esquema, es fácil establecer la correlación entre la hoja embrionaria del órgano, el relé cerebral y los microbios.
Como podíamos esperarlo, unos sectores límites de las hojas embrionarias se superponen: por ejemplo, los órganos gobernados por el cerebelo tal como el corio (dermo), el pericardio (envoltura del corazón), la pleura (membrana envolviendo el pulmón) y el peritoneo (membrana cubriendo el interior de la pared abdominal) son labrados por las micobacterias (tuberculosis) pero también pueden ser ayudados por las bacterias que contribuirán a la caseificación bajo forma de sobreinfección, término que utilizábamos antes. Aquella ayuda parece sin embargo limitada, parece no afectar más que el tejido conjuntivo (interno) intersticial al borde del corio o del mesotelioma (nombre dado al cáncer del peritoneo, de la pleura o del pericardio).
Consideramos los microbios como agentes perjudiciales que tenemos que destruir a toda costa. Es insensato. Tenemos una necesidad urgente de microbios, de todos los microbios presentes bajo nuestra latitud. Si, por razones de higiene no tuviéramos ya micobacterias, no podríamos en adelante evacuar nuestros tumores en fase de curación. Aquello tiene consecuencias desastrosas para gran número de tumores.
Para un cáncer de la glándula tiroides por ejemplo, aquello quiere decir que, aún cuando el conflicto esté solucionado, si no puede ser evacuado, una gran cantidad de tiroxina seguirá siendo producida, lo que, de un punto de vista biológico, es totalmente absurdo. La única razón para que así sea es la ausencia de micobacterias que normalmente destruirían el tumor y restablecerían el nivel de tiroxina hasta la vuelta a la normalidad.
Ocurre lo mismo con el cáncer del intestino grueso. Enormes complicaciones no pueden ser evitadas más que por una intervención cirurgical, en ausencia de micobacterias.


Las micobacterias.
Existen desde casi tanto tiempo como los unicelulares, desde hace mucho más tiempo, pues, que los animales o el ser humano. Tienen un papel bien determinado, deben caseificar y destruir los tumores gobernados por el cerebelo en cuanto empieze la fase de curación (conflictolisis).
Pero, como los tumores que deben corroer cuando estas hayan cumplido con su función, las micobacterias se desarrollan igualmente en la fase activa del conflicto (fase CA). Puede parecernos extraño, porque pensamos casi siempre a las bacterias tales como el estafilococo o el estreptococo, y cuando las cultivamos, necesitamos un terreno caliente.

Las bacterias.
Para las bacterias, es distinto. Pertenecen a los órganos gobernados por la médula cerebral (zona roja): se trata del mesodermo (hoja embrionaria media). Como los órganos gobernados por la médula cerebral, se caracterizan por una división celular en fase de curación, a saber: se multiplican durante la fase PCL. Para esta multiplicación, privilegian los edemas, es decir un entorno líquido y caliente.
Si llamábamos abcesos fríos los fenómenos de curacion tuberculosos (caseificación de los tumores), aunque tuviesen lugar en fase PCL, los fenómenos que se deben a las bacterias son abcesos calientes.
Quiero decir: las micobacterias pertenecen al nivel del cerebro antiguo (zona amarilla) y se comportan como todos los tumores: se dividen en fase de conflicto.
En cambio, las bacterias pertenecen al nivel del cerebro (zona roja) y actuan como todos los órganos gobernados por éste, particularmente como los órganos gobernados por la médula cerebral: hay multiplicación celular en fase de curación (fase PCL). Es la razón por la que las bacterias se multiplican sólo en fase de conflictolisis (CL).
Los virus en relación con los órganos gobernados por el córtex cerebral se multiplican exclusivamente en fase PCL, así como lo vamos a ver en adelante.
Vemos, pues, que los microbios se integran plenamente al proceso biológico de los SBS. Crecieron como lo hicimos, y para nosotros. Son igualmente una parte del todo, un anillo de la cadena, lo que ignorábamos. Por eso intentamos ciegamente destruir aquellos aliados con antibióticos o sulfamidas.
No son los microbios los que nos matan sino el enorme edema que se forma en el cerebro si el conflicto dura demasiado.
Nos queda una cosa por descubrir: las bacterias pueden hacer e igualmente, en cierta medida, deshacer.
Los cirujanos utilizan este hecho, descubierto hace 50 años. Por ejemplo, abren una fractura conminutiva por perforación con una serie de puntas permanentes y la dejan abierta, porque una fractura abierta asequible a las bacterias se cura más rápidamente que cuando la llaga está cerrada. Las bacterias, pues, facilitan la reconstitución, pero también quitan los fragmentos de huesos inútiles que quedan. Su función principal es aún la reconstitución.

Los virus.
No se trata de organismos vivos propiamente dicho, tales como las bacterias, mas se trata de moléculas proteínicas complejas que se multiplican exclusivamente en fase de curación después de la solución del conflicto y que ayudan a la reconstrucción de la úlcera de la piel o de las mucosas. Hablamos únicamente de los tejidos de las mucosas del epitelio pavimentoso de las hojas embrionarias externas (ectodermo). Parecen ser unos catalizadores amicales, tales como los conocemos en quimia: unas substancias que, por su presencia, producen un efecto sin transformar el proceso químico. Los virus se verán rechazados una vez el trabajo acabado.
Toda fase de curación en la que unos virus deben intervenir cuando se trata de órganos gobernados por el córtex cerebral se desarrolla mucho mejor en presencia de virus. Si durante un período, creímos tener que alejar todo virus, ya no es igual hoy en día: hasta debemos procurar que los virus correspondiendo a cierta fase de curación sean presentes.
Todavía no sabemos si los virus son transmisibles o si pueden ser producidos por nuestro organismo (se duplican en un entorno proteínico, es obvio).
La quinta ley biológica.
La Quintaesencia.
Lo que llamamos enfermedad es ahora considerado como parte de un programa biológico especial pertinente previsto por la naturaleza en el transcurso de los tiempos (SBS).
Esta quinta ley biológica o Quintaesencia constituye el alma de la Nueva Medicina. Algunos la llaman Medicina sagrada.
Es la verdad que la Nueva Medicina se encuentra de alguna manera sacralizada por esta quinta ley que viene completando y concretando la quintaesencia. Piensen en las gigantescas perspectivas que se presentan.
Por un lado, la medicina sagrada es infinitamente científica, fundada en 5 leyes biológicas.
Por otro lado, nos vuelve hacia la medicina antigua de los sacerdotes de Asclepios, que en aquella época era muy humana...
Por una parte, ya no existen enfermedades en el sentido en el que se entendía antes, ya que todos los síntomas que se pueden constatar se explican fácilmente y se pueden controlar sin dificultad en la mayoría de los casos.
Por otra parte, vivimos en un mundo que no tiene realmente nada de biológico. ¡La medicina sagrada no significa que estamos en el paraíso, alejados de todo sufrimiento y de la muerte, en ningún caso!. Mas aquella medicina intelectual que pretenden científica, desprovista de alma, apagada y sin compasión, la puede dejar el que comprendió y respeta las leyes y las reglas de la Nueva Medicina.
La medicina ahora se ha vuelto cósmica, ya que aplica las mismas leyes a los seres humanos, a los animales y a las plantas. Todo es programado ya para cada criatura en su patrimonio. Podemos hoy por vez primera comprender a los que nos rodean, los animales y las plantas. Es un privilegio el poder vivir con tal conciencia, el poder respirar y compartir con los que nos rodean.
Para mí, es asombroso constatar que la enfermedad es un programa especial cuyo sentido es biológico. Esto replantea no sólo las terapias sintomáticas, sino que las vuelve absurdas. ¿Quién, después de este descubrimiento, quisiera intervenir en los maravillosos ciclos de la naturaleza, en este programa especial de la naturaleza con significado biológico?.
Las enfermedades no existen ni han existido nunca con el sentido que le dábamos. No son más que fases distintas del programa especial adecuado (SBS) concebido por la naturaleza.
Comprendemos ahora por que el 80 al 90% de los animales se curan espontáneamente por sí solos, aún tratándose de cánceres. Los seres humanos también se curaban espontáneamente antaño, y en las mismas proporciones, antes de que existiese quimioterapia, radioterapia, morfina: esa medicina en la que reinan cinismo y cianuro de potasio, medicina que hunde el paciente en el pánico y lo pone enfermo. ¡Entendemos también ahora por que el 98% de aquellos pacientes enloquecidos se mueren, mientras el 95% de los pacientes tratados por la Nueva Medicina sobreviven!.
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