sábado, 25 de abril de 2009

El humor como herramienta de cambio

Desdramatiza y desinhibe. Llega hasta el corazón doloroso de una verdad y la desnuda con una sencillez asombrosa. Bajo el efecto de la risa, el dolor duele menos. Aunque la realidad siga ahí, inmutable, se hace menos duro abordarla cuando la mirada es más optimista.
A veces es una estrategia negadora y defensiva, que permite evadirse de situaciones que angustian. Pero el humor inteligente y audaz no duda en aceptar el conflicto, ayudando a enfrentarlo sin tanta solemnidad. Y el conflicto se ablanda.
Con la idea de demostrar el valor del humor como herramienta terapéutica, un equipo del Centro Argentino de Psicodrama Psicoanalítico participó esta semana en el V Congreso Argentino de Psiquiatría, que se realiza en Mar del Plata. Bajo la consigna de humanizar la psiquiatría, la doctora Nélida Sakalik, directora de la institución, coordinó las presentaciones.
"Con técnicas psicodramáticas que incluyen la comicidad es más fácil aceptar los problemas e iniciar un cambio personal que facilita el inevitable proceso de enfrentarlos -dice Sakalik-. En los grupos terapéuticos los pacientes adquieren herramientas para resolver lo que se puede resolver y asumir aquello que es inmodificable."
El psicodrama tiene un poder terapéutico similar a la escritura: permite reescribir las historias y construir universos a medida de las necesidades emocionales de cada paciente.
"Mediante juegos dramáticos, cada integrante de un grupo recupera recuerdos positivos, las huellas que distintas vivencias gratificantes fueron dejando en su psiquismo. Si esas huellas no aparecen, porque todo es visto desde una mirada oscura y pesimista, lo inducimos a las crearlas. Construimos un camino más transitable, las huellas por donde seguir caminando con menos sufrimiento", explica Sakalik.
Se trata de un juego que, en el acto mismo de jugarlo, deja de serlo, porque adquiere la consistencia de una realidad. De hecho, hace tiempo que la neurobiología descubrió la capacidad humana para engañar a su propio sistema nervioso, que en un punto es incapaz de discriminar entre realidad y ficción. En ocasiones basta una visualización o ensoñación dirigida para provocar efectos específicos sobre el organismo. El psiquismo al parecer también es capaz de incorporar como real construcciones imaginarias, haciendo posible la génesis de un mundo interno más contenedor y habitable.
Pero a no confundir. La realidad existe: es "la roca viva" -al decir de Sigmund Freud-, el punto límite sobre el que uno no tiene poder de acción. La cuestión no es construir una realidad paralela. El desafío es aceptar la existencia de esa roca como límite, pero sin quedarse en ella como si fuese un único árbol, sino animarse a entrar en las múltiples posibilidades que ofrece el bosque. Y hacer un nuevo camino al andar.
El proceso terapéutico se juega entonces en las dos direcciones: "Por un lado a aceptar que la vida es lo que es y que estamos en ella de paso. Pero esto es, justamente, lo que nos lleva a encarar una forma de vida que nos permita aprovechar cada día, que es irrepetible", expresa la psicodramatista. La propuesta es el cambio interior y la acción exterior.
El psicodrama con humor, tal como lo define Sakalik, es un modelo terapéutico grupal particularmente eficaz para vencer múltiples inhibiciones, como el miedo que impide rendir un examen, el temor a enfrentar una entrevista de trabajo o fobias sociales que imposibilitan el encuentro con otros.
¿Cómo funciona?
Un integrante del grupo presenta una situación personal conflictiva. Selecciona a los compañeros del grupo que lo ayudarán a dramatizar esa situación, es decir que el conflicto no solo es verbalizado sino actuado. Posteriormente el coordinador del grupo dispone diversas consignas para facilitar la elaboración del conflicto, por ejemplo relatar historias disparadas por la escena dramatizada, que contengan algún dato humorístico.
Aquello que aparecía como una situación sin salida, que bloqueaba al paciente haciéndolo sentir encarcelado, empieza a fluir. Los participantes construyen una trama de miradas que van configurando un amplio rompecabezas de múltiples alternativas. El hecho inicial se transforma y descubre distintas formas de pensarlo y resolverlo.
Como cierre, cada integrante cuanta cómo resonó en sí mismo la escena dramatizada y las versiones construidas por sus compañeros. El terapeuta hace señalamientos y, entre todos, buscan la verdad que emerge de la dramatización.
Una de las consignas es evitar las interpretaciones duras y los enjuiciamientos. "Cuando te dicen algo de forma desalmidonada y bajo la forma de un chiste, se llega a la verdad, por dolorosa que ésta sea, pero permitiendo que ésta sea más digerible."
"Muchos de mis pacientes me preguntan si les hablo en serio o en broma -comenta la licenciada Patricia Reyno, terapista ocupacional y psicodramatista-. Y yo les contesto que siempre hablo en serio pero con humor. Porque el humor sorprende, aliviana, acerca y distiende."
Pero el final feliz no llega con la verdad. Para que un tratamiento sea eficaz tiene que incluir el pasaje a la acción, es decir que las herramientas aprendidas dentro del tejido protector del grupo terapéutico tienen que ser eficaces afuera, en el bosque. "El secreto no está en analizar lo que nos pasa sino en conseguir los recursos personales para resolver lo que nos pasa", dice Sakalik.

El espacio psicodramático es un laboratorio vivencial que fomenta la creatividad, abre la mirada, enseña a aceptarse y descongela la acción. Sumado al humor, su brújula terapéutica responde a una suerte de modelo matemático: ayuda a cambiar de signo, al convertir lo negativo en positivo.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1121934

viernes, 24 de abril de 2009

A envejecer sin envejecer

Es posible prolongar la juventud si se tienen constumbres saludables.
Aunque es imposible evitar que el organismo se deteriore, sí se puede prolongar la juventud y llegar saludablemente a la tercera edad.


La medicina antienvejecimiento, que se especializa en el tema, ofrece alternativas.
Se ha postulado que el envejecimiento celular se debe a la acción de los radicales libres, moléculas que promueven la actividad eléctrica exagerada de las células, acelerando su deterioro.
Desde que la juventud y la vitalidad fueron elevadas por la sociedad a la categoría de valores, a nadie le gusta envejecer, y mucho menos enfrentarse a la idea de los achaques y los problemas de salud que se creen inevitables en la tercera edad.
El envejecimiento, fruto de la interacción entre genética y medio ambiente, es un proceso por el que pasa todo ser vivo. Es difícil determinar cuándo empieza este deterioro, pero algunos científicos creen que ocurre cuando se alcanza la máxima vitalidad del organismo, que es alrededor de los 30 años; otros más dogmáticos consideran que eso sucede desde el momento mismo del nacimiento.
Contrario a lo que ocurre con el crecimiento, el envejecimiento no está absolutamente definido por la genética, pues existen factores externos y ambientales que lo determinan.
Allí interviene la llamada medicina antiedad, que también se conoce como medicina funcional preventiva, que promueve la intervención de los factores que determinan este proceso.
Carlos Cano, director del Centro de atención al adulto mayor de la Fundación Santa Fe, de Bogotá, explica que si bien hay aspectos genéticos que no pueden modificarse, toda persona puede adoptar medidas para prolongar la juventud y la calidad de vida. Estas son las pautas que propone:
1. Coma bien: siga una dieta baja en grasas saturadas (animales, industriales y procesadas), harinas y azúcares refinados, pero rica en verduras, frutas y pescado fresco; es necesario utilizar aceites mono y poliinsaturados (oliva, canola, ajonjolí y maíz, entre otros) e hidratarse bien.
2. Ejercítese: se recomienda hacer por lo menos dos horas y media de actividad física en condiciones aeróbicas (trotar, correr, montar en bicicleta, nadar, patinar, bailar), a lo largo de la semana.
3. Diga no: al cigarrillo, al alcohol y a otras drogas que causan efectos nocivos en el organismo y se cuentan entre los principales factores de riesgo de males crónicos como los cardiovasculares y el cáncer.
4. Relájese: el estrés causa una sobrecarga a todos los órganos y tejidos del cuerpo, condicionada por factores hormonales que ponen al organismo en un estado de alerta que, de mantenerse, puede lesionar las células. Técnicas orientales como el tai chi se recomiendan.
5. Gimnasia mental: distintos estudios han concluido que en las personas más cultas y educadas, el deterioro de las funciones mentales y la progresión de enfermedades como el Alzheimer es mucho más lento. Fíjele retos al cerebro: trate de recordar nombres, direcciones y teléfonos sin anotar; llene crucigramas y haga cálculos mentales.
6. Medicina preventiva: consulte con el médico periódicamente y sométase a análisis y chequeos que permitan establecer cuál es su estado de salud e incluso detectar enfermedades en forma temprana.
Es posible prolongar la juventud si se tienen costumbres saludables.
¿Y si ya hay deterioro?
Andrés Lucena, médico y especialista certificado por la Academia Americana de Antienvejecimiento, asegura que es cada vez mayor el número de personas que se interesan por saber qué tan deteriorado está su organismo y buscan asesoría para mejorar sus condiciones, hacer más lento ese desgaste y prevenir. "La medicina antienvejecimiento recurre a los últimos avances médicos y tecnológicos para hacer prevención -dice; el propósito es mantener la vitalidad, prolongar los años de vida productivos y mejorar la calidad de vida".
Aunque a su consulta llegan muchas personas buscando alivio para sus síntomas, no se concentra en tratarlos específicamente, "en lugar de eso -asegura- asumimos cada caso de manera integral y tratamos de llegar al fondo de los problemas".
Para establecer cómo el entorno y el medio ambiente afectan a una persona se vale de análisis especializados (algunos en saliva y cabello) que pueden medir deficiencias nutricionales, grado de toxicidad, niveles hormonales (a partir de los 30 años estos empiezan a bajar), estrés y sobrepeso; también analiza marcadores bioquímicos de envejecimiento (sustancias que aparecen con el desgaste celular).
A partir de lo que encuentra diseña un tratamiento individualizado para impactar todas las áreas afectadas. El especialista explica, por ejemplo, que todas las células del cuerpo tienen una frecuencia normal de vibración que puede alterarse por factores ambientales, el estrés, las enfermedades y el propio envejecimiento. A través de un equipo detecta dichas variaciones y mediante energía vibracional trata de llevar a las células a su estado normal de vibración. Es, en otras palabras, un proceso de resonancia celular, que recurre al uso de energía cuántica.
Otros tratamientos que el especialista menciona son la quelación (aplicación de sustancias específicas para sacar tóxicos del organismo), uso de hormonas bioidénticas para reemplazar las que se desgastan, y adecuación de la dieta (a base de alimentos orgánicos) con el uso de suplementos y oligoelementos que el cuerpo ha dejado de asimilar o que ya no produce.
"Vale recordar -agrega Lucena- que nada es más importante que prevenir el deterioro desde edades tempranas. Nunca es demasiado temprano para empezar".

La adaptación a la vida moderna también cuenta. Se dice que algunas enfermedades o cambios en el cuerpo se dan por falta de adaptación a factores como la alimentación moderna, que puede causar daños en las arterias o en las articulaciones; según dicen, el hombre no se adaptó a estar de pie.
50 veces es la capacidad que tienen las células de dividirse antes de morir, según descubrió el profesor estadounidanse de anatomía Leonard Hayflick a mediados de los 60. Hace cerca de diez años científicos de Estados Unidos concluyeron que eso ocurría por el desgaste progresivo de una parte de sus cromosomas (que guardan el material genético).--

AHANAOA A. C.Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvaradohttp://www.nutriologiaortomolecular.org/ http://www.seattlees.com/

ARTICULO RELACIONADO
ADN http://www.asesorianutricional.com.ar/nutricion-30.htm

lunes, 13 de abril de 2009

Vitamina B12 en el embarazo: nuevas evidencias

Se confirma la importancia de un adecuado nivel de esta vitamina durante el embarazo para evitar los defectos del tubo neural en el feto
El embarazo supone un aumento de las necesidades energéticas y, sobre todo, nutricionales de la madre. En este sentido, los nutrientes que tradicionalmente han merecido especial atención son el ácido fólico y el yodo, por su importante papel en el desarrollo fetal.

Autor: Por MARIA MANERA
Fecha de publicación: 9 de abril de 2009

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/embarazo_y_lactancia/2009/04/09/184557.php

Además de los micronutrientes específicos, como el ácido fólico y el yodo se aconseja prestar atención a minerales como el hierro y el calcio, a las grasas poliinsaturadas omega-3 y a la vitamina B12. En relación a esta última, un artículo recién publicado en la revista "Pediatrics", la publicación oficial de la Academia Americana de Pediatría, ha estudiado la relación entre los niveles sanguíneos de vitamina B12 maternos y el riesgo de que el feto padezca defectos en el tubo neural. Se confirma, así, la importancia de identificar y controlar otros factores de riesgo para evitar este trastorno.
Factor de riesgo independiente
La vitamina B12 o cianocobalamina es una vitamina hidrosoluble que forma parte del grupo de vitaminas del complejo B, en el que también se encuentra el ácido fólico o vitamina B9. Estas dos vitaminas están relacionadas desde el punto de vista metabólico, hasta el punto que algunos trabajos previos ya encontraron niveles bajos de vitamina B12 en madres de hijos afectados por defectos del tubo neural. El estudio tenía el objetivo de cuantificar el efecto de un estatus de B12 bajo sobre el riesgo de padecer defectos en el tubo neural en una muestra de población de alta prevalencia y sin recibir suplementos.
La vitamina B12 se convierte en el único nutriente crítico para las mujeres vegetarianas estrictas
Los investigadores confirmaron que unos niveles de vitamina B12 maternos bajos son un factor de riesgo independiente para este problema de salud. En concreto, sugieren que las mujeres con concentraciones de vitamina B12 en el embarazo de alrededor de 200 nanogramos (ng) por litro tienen tres veces más riesgo que aquéllas con 400 ng/l, por lo que recomiendan que los niveles de esta vitamina en las mujeres que desean quedar embarazadas se sitúen en valores superiores a 300 ng/l.

Fuentes y requerimientos
La vitamina B12 es una vitamina exclusiva del reino animal que se incorpora al músculo y demás partes de los animales cuando se ingieren determinados microorganismos. Por lo tanto, encontramos B12 en las carnes el pescados, los huevos y los lácteos, tal y como se muestra en la siguiente tabla:
Contenido de vitamina B12 en alimentos de origen animal: Fuente: Farran A, et al. Centre d'Ensenyament Superior de Nutrició i Dietètica CESNID-UB. Tablas de composición de alimentos. Edicions de la Universitat de Barcelona 2004.
Así pues, la vitamina B12 se convierte en el único nutriente verdaderamente crítico para las mujeres vegetarianas estrictas, o veganas, que no consumen ningún alimento de origen animal. En estos casos, deben aportarla a su dieta a partir de alimentos enriquecidos (algunas bebidas y derivados de soja, cereales para el desayuno) (Tabla 2) y suplementos específicos de vitamina B12 . Ciertos alimentos, como las algas espirulina y nori, el tempeh y otros fermentados de la soja, pueden contener análogos de la vitamina B12, pero no pueden ser considerados como fuente fiable de vitamina B12 activa, tal y como afirman en su documento de postura sobre las dietas vegetarianas la Asociación Americana de Dietética (ADA) y Dietistas de Canadá.
Contenido de vitamina B12 en alimentos de origen vegetal enriquecidos:
Fuente: Farran A, et al. Centre d'Ensenyament Superior de Nutrició i Dietètica CESNID-UB. Tablas de composición de alimentos. Edicions de la Universitat de Barcelona 2004.
La ingesta diaria recomendada de vitamina B12 es de 2,4 microgramos al día (mcg/día) tanto para mujeres como para hombres adultos, y un poco superior para embarazadas (2,6 mcg/día) y mujeres que dan el pecho (2,8 mcg/día). Aunque los síntomas de deficiencia tardan alrededor de cinco años en aparecer, estos son graves y pueden provocar anemia y deterioro del sistema nervioso.

NUTRIENTES CRÍTICOS EN EL EMBARAZO


Se puede afirmar que la ingesta de suplementos de ácido fólico durante el embarazo ha conseguido reducir en más de la mitad la prevalencia de defectos del tubo neural en el feto. Estos defectos congénitos afectan al cerebro y la médula espinal, y los más comunes son la espina bífida (la columna vertebral del feto no se cierra completamente durante el primer mes de embarazo y suele haber un daño neurológico con parálisis en las piernas) y la anencefalia (ausencia de una gran parte del cerebro y del cráneo). Aunque aún hay mujeres que no lo hacen, con previsión a la concepción es conveniente iniciar la toma de 400 mcg/día de ácido fólico en forma de suplemento y mantenerlo durante todo el embarazo.
Por otro lado, según un reciente documento elaborado por el Ministerio de Sanidad y Consumo y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, es posible que la mujer gestante española tenga un déficit de yodo. Es por ello que se recomienda tomar un suplemento de 200 mcg/día desde el momento de la concepción, para que al embrión y feto le lleguen las hormonas yodadas de la madre en cantidades óptimas para los tejidos que se están desarrollando y madurando, en especial el cerebro.

ARTICULOS RELACIONADOS
VITAMINA B
http://www.asesorianutricional.com.ar/vitaminas-b.htm
MINERALES
http://www.asesorianutricional.com.ar/minerales.htm

domingo, 12 de abril de 2009

Practicar taichi mejora el equilibrio

Un estudio mostró que su práctica es útil en la rehabilitación de personas que sufrieron un ACV

Eric Nagourney

The New York Times

NUEVA YORK.- Las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) que practican taichi pueden mejorar su equilibrio y reducir así el riesgo de caídas, según afirman los investigadores.

En un artículo publicado recientemente en la revista especializada Neurorehabilitation and Neural Repair, los investigadores reportan la mejoría en los voluntarios después de tan sólo unas seis semanas de entrenamiento en esta disciplina oriental.

La autora principal del estudio fue la doctora Stephanie S. Y. Au-Yeung, investigadora de la Universidad Politécnica de Hong Kong.

En estudios previos, una de las coautores del trabajo, la doctora Christina W. Y. Hui-Chan, había hallado que la práctica de taichi mejoraba el equilibrio en las personas mayores sanas.

Pero en este nuevo estudio, los investigadores quisieron ver si el mismo efecto que habían observado en personas sanas podía ser obtenido también en aquellas que habían sufrido un ACV.

Cómo fue el estudio

Los investigadores realizaron su estudio sobre 136 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular en los seis meses previos al inicio de la investigación, y las dividieron en dos grupos.

Durante doce semanas, un grupo realizó ejercicios comunes, mientras que el segundo grupo practicó una versión modificada del taichi.

Los participantes del grupo que realizaba taichi se juntaban una vez por semana durante una hora para practicarlo, pero se les pedía también que lo practicaran en sus hogares, durante por lo menos otras tres horas semanales.

Mientras que el grupo que realizaba ejercicios comunes mostró poca mejoría en el equilibrio, aquellos que participaron del grupo de taichi realizaron significativos avances cuando fueron sometidos a tests en los que debían cambiar el peso del cuerpo de un pie a otro.

Otro test en el que también obtuvieron mejores resultados se basaba en ejercicios en los que debían mantener la estabilidad mientras estaban parados sobre una plataforma que imitaba el movimiento de un colectivo.

El beneficio de practicar taichi, según dijeron los investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong, es que una vez que las personas han aprendido los movimientos, pueden practicarlo sin necesidad de contar con el control de un profesor.

Aun así, agregaron los autores del estudio, algunos pacientes abandonaron su práctica una vez que el entrenamiento había terminado. Habría más posibilidades de que continuaran practicándolo, afirma el estudio, si el taichi estuviese disponible en lugares tales como centros comunitarios.

El taichi es una disciplina que toma las técnicas y los movimientos de un arte marcial chino llamado taichi chuan.

Fuente http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1117572

domingo, 5 de abril de 2009

El empacho bajo la lupa académica

Un investigador mexicano recopiló 136 ensayos sobre esta dolencia y su tratamiento ancestral

Noticias de Ciencia/Salud La Nación
Domingo 5 de abril de 2009 |
El empacho bajo la lupa académica
Tradicionalmente, el diagnóstico del empacho se realiza mediante el uso de una cinta roja

Foto: Gentileza de Roberto Campos-Navarro

Fabiola Czubaj
LA NACION

En esta Semana Santa, como es tradicional en muchas familias, alguna madre no esperará hasta la medianoche del 24 de diciembre para transmitirle a su hija las prácticas folklóricas más frecuentes para curar el tan molesto empacho.

Basta con consultarle a una vecina de años en el barrio o preguntarle en voz baja al farmacéutico para dar rápidamente con la persona indicada para aliviar con alguna maniobra acompañada de un rezo ese malestar estomacal por una indigestión.

Mientras que medir con una cinta, preferentemente roja, es la forma más frecuente de confirmar esa dolencia, tirar del cuerito es la técnica más utilizada en grandes y chicos para "quebrarlo" tanto en el campo como en la ciudad, según una recopilación de 136 ensayos académicos y la recolección de testimonios en el país realizadas por un investigador mexicano.

"La gente no es tonta ni ignorante, como suele achacar la medicina tradicional. Si este tipo de rituales y terapias ancestrales no funcionaran, seguramente desaparecerían. Pero cuando la población los usa durante siglos, los va incorporando en su cultura y los transmite de generación a generación", dijo a La Nacion por vía telefónica desde México el doctor Roberto Campos-Navarro, coordinador de investigación del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Para su estudio, Campos-Navarro analizó todas las publicaciones médicas conservadas desde el siglo XVIII en bibliotecas de todo el país, en un recorrido que fue desde la Universidad Nacional de Salta hasta la Biblioteca Popular Sarmiento de Ushuaia.

En el camino, el investigador compartió creencias y costumbres populares sobre distintas dolencias, como el mal de ojo, el susto, la caída de mollera o el mal aire, además del empacho.

Una encuesta realizada en 2006, con la que también se cruzó el investigador, indagó en qué creen los argentinos: siete de cada diez están convencidos de que tirar el cuerito cura el empacho.

Otra encuesta, esta vez de un equipo de pediatras del Hospital Materno Infantil de San Isidro dirigido por la doctora María Bergmann, reveló en 2008 que el 90% de las madres que habían llevado a sus hijos al hospital recurrían a prácticas no tradicionales a cargo principalmente de curanderos (el 68%), abuelos (el 17%), tíos (el 4%) y madres (el 4%). Además, el 76% de esas mujeres no le mencionaban nada al pediatra.

"Es frecuente que quienes usan estos tratamientos folklóricos no lo hablen con el médico porque suele ser motivo de desprecio en el consultorio comentó Campos-Navarro. Ese tipo de actitudes termina lesionando la relación médico-paciente, ya que, como contaron muchas personas, el médico puede hasta burlarse del uso de la palabra empacho, que no es otra cosa que un problema digestivo, con el movimiento intestinal alterado y con algo detenido o asentado, que debe eliminarse."

Hasta ahora, la única práctica que tendría explicación lógica sería la de tirar el cuerito. Los pellizcos en la piel de la espalda a los costados de la columna vertebral no harían otra cosa que estimular inervaciones nerviosas para acelerar el movimiento estomacal y expulsar el bolo alimenticio "pegado" en el estómago.

La medición con la cinta, en cambio, no puede explicarse más allá de la convicción de quien la usa. "Evidentemente, salvo el ritual de la cinta, que seguirá siendo un enigma, lo demás tendría una explicación lógica", dijo el doctor Campos-Navarro, a quien un malestar estomacal en Salta le permitió conocer por azar a don Rolando, un curandero que ante la falta de una cinta improvisó con un cinturón para darle algo de alivio.

Nuevos nombres

A partir del siglo XIX, según el relevamiento realizado por el investigador mexicano, la medicina académica fue reemplazando la palabra empacho por otros nombres, como enterocolitis, dispepsia o gastroenteritis, según sus signos y síntomas.

Ese cambio de denominación comenzó a separar a la medicina folklórica de la académica. "Los doctores, con el afán de diferenciarse del vulgo, no negaron únicamente el nombre, sino que también en forma paulatina dejaron de pensar en la especificidad clínica de la enfermedad hasta el grado extremo de negar su existencia", escribió Campos-Navarro, en Medir con cinta y tirar el cuerito, el libro que reúne su estudio y que se presentará el 28 de este mes, a las 19, en la Facultad de Medicina de la UBA.

Pero mientras que para el investigador, que, como otros médicos que, no sólo les recomiendan a sus pacientes que se hagan curar el empacho, sino que también saben cómo hacerlo, otros aseguran que los efectos de esos procedimientos folklóricos se deben puramente a la sugestión.

"Es un efecto placebo. Pero no crea que sólo los usan personas de bajo nivel cultural. Hay personas con buen nivel educativo que creen más en esos rituales que en la medicina científica. Con el herpes zóster, por ejemplo, muchos pacientes se siguen pintando con tinta...", señaló el profesor Federico Pérgola, presidente del Ateneo de Humanidades Médicas del Instituto y Cátedra de Historia de la Medicina, en el que se presentará el estudio.

Para el experto, que es miembro correspondiente de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, "la magia es muy difícil de separar de la medicina científica y no se va a eliminar tan fácilmente. Lo del empacho es más una cuestión de medicina doméstica. Los médicos fueron aclarando que es una inflamación del intestino delgado y que si se estimulan los nervios posteriores de la columna se da una mejora abdominal. Lo cierto es que la medicina lo describió como una enterocolitis, que puede ser de origen viral, alérgico o microbiano. Por eso, lo mejor es decir: «Consulte a su médico»".

Y en eso también, aunque más permisivo, coincide Campos-Navarro: "Los datos que nos da el empacho son simples, por lo que sus tratamientos también deben ser sencillos. Si tirar el cuerito no da resultado, entonces sí, hay que ir al médico, porque hay casos graves que necesitan medicamentos".