viernes, 21 de diciembre de 2007

«Nuestro sistema digestivo también anhela paz por Navidad»

Lourdes Carrillo, Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC)

Lourdes Carrillo conjuga su actividad asistencial como médico de familia con un destacado currículum en investigación nutricional y promoción de una alimentación saludable.

Su receta para una alimentación sana resulta simple, aunque no siempre fácil de llevar a cabo. Se trata de realizar, como mínimo, entre cuatro y cinco comidas diarias, masticar despacio, beber abundante líquido y practicar diariamente actividad física. Añade que los buenos hábitos alimentarios ayudan a prevenir enfermedades, y que deben evitarse los remedios y dietas no recomendados por profesionales sanitarios.


Durante las fiestas navideñas, los centros de salud viven un cierto ajetreo como consecuencia de una ingesta excesiva.
Son muy frecuentes las consultas relacionadas con excesos en la alimentación y sus consecuencias nefastas sobre la salud. Un cuadro casi tradicional son los problemas agudos relacionados con un consumo excesivo de alcohol en los días clave, el de Navidad y el de fin de año. Pero también abundan los casos de gastritis e hiperacidez o, incluso, lesiones causadas por traumatismos, accidentes o desmayos, que están relacionados con una intoxicación aguda.

¿Qué hacemos mal?
En estas fechas modificamos nuestros hábitos alimentarios habituales. Nos decantamos casi exclusivamente por los alimentos más calóricos y con mayor contenido graso, y recurrimos a formas culinarias más elaboradas y con elementos poco usuales en la cocina diaria. Además, consumimos alimentos en mayor cantidad que durante el resto del año y sin respetar los horarios habituales de comidas o cenas. Sólo la dieta, caracterizada por una excesiva densidad nutricional y una carga calórica tremenda, supone una agresión a nuestro sistema digestivo que, como es lógico, ve truncada la paz que necesita para funcionar y pasa factura en forma de malestar gástrico, aerofagia, hiperacidez, distensión abdominal, dolor, vómitos y diarreas.

¿Qué ocurre con aquellas personas que siguen dietas especiales?
Navidad también propicia un cierto abandono en las dietas terapéuticas asignadas por el médico o dietista. Este abandono es especialmente grave en aquellos con un compromiso metabólico como pueda ser la diabetes. Estas personas pueden presentar descompensaciones agudas importantes, y por su mala digestión acaban muchas veces en los servicios de urgencias. Hay que tener en cuenta que las intoxicaciones afectan en mayor medida a aquellos individuos más frágiles, las personas mayores y los niños. La explicación es que ellos tienen una alimentación más regulada a lo largo del año y son más sensibles al desorden y al caos de estas fiestas.
Tras la tempestad, sin embargo, viene la calma.
No exactamente. Justo después de las fiestas aparecen las secuelas de las transgresiones llevadas a cabo. Aumento de peso, dificultades para conseguir los objetivos terapéuticos en el paciente diabético, aumento de la cifra de lípidos sanguíneos [colesterol, triglicéridos] o complicaciones digestivas del tipo de gastritis y úlceras son algunas de las manifestaciones.

¿Qué le ocurre a nuestro organismo cuando nos empachamos?
El empacho se traduce en una sobrecarga para todo el organismo, empezando por el sistema digestivo, que debe realizar un esfuerzo no habitual para cumplir su función de digerir y absorber los nutrientes. Esto se traduce en un proceso más lento e incluso en el "fracaso" de la digestión. Además, los nutrientes necesarios no llegan al conjunto del organismo de forma adecuada, por lo que se produce un cierto decaimiento, sensación de fatiga y cansancio. El tono vital disminuye hasta que se recuperan de nuevo las funciones digestivas y se garantiza la correcta nutrición de los tejidos.

El nuevo año suele ser punto de partida de buenos propósitos. ¿Los médicos de familia sacan partido a la motivación de muchos durante estos días para mejorar en aspectos de salud?
Si, por supuesto, o al menos lo intentamos. Es cierto que pasadas las fiestas todos ansiamos una vuelta adecuada y saludable a la normalidad, e incluso buscamos mejorar nuestra situación de salud. El propósito es bueno, que no fácil. Abandonarse a los placeres de la mesa es mucho más sencillo, así como ganar kilos siempre es más cómodo que perderlos. Además de motivación, los médicos inculcamos a los pacientes una cierta disciplina, constancia y el asesoramiento de que las medidas tomadas vayan a ser las correctas y las seguras. El médico de familia se sitúa en un lugar óptimo para favorecer, impulsar y ayudar en estos propósitos.

¿Qué consejos pueden servir para que las fiestas navideñas, además de felices, sean lo más sanas posible?

Lourdes Carrillo es partidaria de que nos detengamos a pensar de vez en cuando en lo que el cuerpo realmente pide y quiere, que no siempre es lo que se anuncia o se adopta. «La vida sana y la alimentación saludable no están reñidas con la felicidad», concluye.
Se trata, según ella, de planificar de forma adecuada un equilibrio navideño. ¿Cómo? Intentando no alterar los hábitos alimentarios adecuados a nuestra edad y condición, manteniendo un régimen horario sensato para las principales comidas del día y evitando el picoteo. Además, recomienda moderar las cantidades, sobre todo de los alimentos más calóricos y/o poco habituales en nuestra alimentación; mantener un consumo adecuado de vegetales y piezas de fruta (cinco al día) crudas o cocinadas de forma sencilla; moderar el consumo de dulces típicos de estas fechas y no recurrir a ellos de forma aislada, sino junto a otros alimentos y, por último, recurrir a las bebidas alcohólicas de forma moderada y responsable.

Fuente:
Autor: JORDI MONTANER
Fecha de publicación: 14 de diciembre de 2007

http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/adulto_y_vejez/2007/12/14/172888.php

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http://www.asesorianutricional.com.ar/nutricion-13.htm
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miércoles, 12 de diciembre de 2007

Flexibilidad laboral: el camino a una vida saludable

Un estudio demostró que la libertad de horarios y tareas permite dedicar más tiempo al buen mantenimiento del cuerpo y la mente. La importancia de la relajación y la actividad física.

"Cuanto mayor es la percepción que tienen los trabajadores sobre su flexibilidad más ejercicio físico practican y más duermen", destacó el doctor Jospeh G. Grzywacz, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Wake Forest y autor de esta investigación.

"Los resultados obtenidos en este estudio muestran una relación positiva entre la flexibilidad laboral y los hábitos de vida saludables", aseguró el especialista.

Para el sondeo se analizaron las respuestas de 3.193 empleados de una multinacional farmacéutica en los Estados Unidos. La misma ofrece condiciones de trabajo flexibles y horarios autorregulados para todos sus departamentos.

Aquellos concientes de esta independencia demostraron hábitos saludables. Alrededor del 50% de los participantes practica ejercicio tres veces por semana. Menos adeptos que el deporte tienen los cursos de promoción de la salud, ya que sólo lograron reunir al 7,3% de la plantilla. Un 18,8% confesó practicar técnicas de relajación y de reducción del estrés.

Según el diario El Mundo, estas personas duermen en promedio unas 7 horas. La flexibilidad en el trabajo les da la oportunidad de acomodar sus horarios para descansar correctamente y practicar actividad física.

Fuente:http://ar.news.yahoo.com/s/12122007/43/n-health-flexibilidad-laboral-camino-vida-saludable.html

ARTICULOS RELACIONADOS
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lunes, 10 de diciembre de 2007

Equilibrio alimentario y dieta vegetariana

Una dieta ovolactovegetariana bien planificada es perfectamente compatible con un buen estado de salud

Entre las tendencias vegetarianas destaca la dieta ovolactovegetariana, que incluye leche y huevos (además de todos los vegetales) y es considerada la más completa de todas las alternativas desde el punto de vista nutricional.

Para poder cubrir las necesidades de energía y nutrientes de las personas que llevan a cabo una dieta de este tipo, es preciso incluir cada día en cantidad suficiente diversidad de alimentos y combinarlos adecuadamente. Bien planificada, una dieta ovolactovegetariana es perfectamente compatible con un buen estado de salud.

Alimentos indispensables

La leche y sus derivados
Son la principal fuente de calcio, fósforo y vitamina D. Estos alimentos contribuyen de manera importante al aporte dietético de proteínas de calidad.
Para aumentar el aporte de dichos nutrientes en la dieta, se puede añadir a diferentes platos leche líquida, entera o desnatada en polvo.
Asimismo, se recomienda también consumir productos a partir de soja fortificados, sésamo fermentado (gomasio o miso) y ciertas complementos de algas ricos en calcio ('Wakame' o 'Klamah').
Las verduras de hoja verde, los frutos secos y las semillas también son fuente de calcio, pero el aprovechamiento del mineral por parte de nuestro organismo es menor que en el caso de los lácteos.
Se recomienda tomar al menos dos raciones de leche o derivados para conseguir un correcto desarrollo y mantenimiento de la masa ósea.

Proteínas de calidad diarias
Este tipo de proteínas asegurarán la correcta síntesis y regeneración de las células, el crecimiento y buen mantenimiento del sistema de defensas.
Se recomienda tomar un huevo y una clara al día (6-7 unidades por semana), mezclado con cualquier plato. No existe ninguna contraindicación cuando no hay problemas de colesterol.
Los alimentos de origen vegetal también aportan proteínas, pero de peor calidad que las de origen animal. Sin embargo, proteínas incompletas bien combinadas pueden dar lugar a otras de valor equiparable a las de la carne, el pescado, el huevo o los lácteos.
Se aconsejan las siguientes combinaciones que favorecen el equilibrio proteico: leche con arroz o trigo, leche con maíz y soja, legumbres con arroz, alubias con maíz o trigo, soja con trigo y sésamo, y soja con cacahuete y sésamo.

Vegatales y fruta
Puesto que los vegetales son la base de la dieta, interesa tomar como mínimo una ración de verdura cruda (ensalada) y tres piezas de fruta al día, incluyendo una pieza rica en vitamina C. Son alimentos básicos por su contenido en vitaminas (C, folatos o provitamina A, entre otras), sales minerales (potasio o magnesio) y fibra.

Hierro
El organismo asimila fácilmente el hierro presente en los alimentos de origen animal (hierro hemo), pero tiene dificultades para absorber la forma química de hierro que contienen los vegetales. De todos modos, la yema de huevo es rica en este mineral. Los alimentos vegetales que contienen los niveles más altos de hierro son las legumbres, los cereales y el grano enriquecido, los higos, las ciruelas, los dátiles y los frutos secos. La asociación de estos alimentos con vitamina C aumenta la absorción de hierro vegetal, por lo que será necesario acompañarlos con productos ricos en esta vitamina.
El aprovechamiento del calcio por parte de nuestro organismo es mayor en los lácteos que en los vegetales

Vitamina B12
La vitamina B12 es otro de los nutrientes potencialmente deficitario en esta dieta si no se respeta la ingesta de huevos y leche. Algunas algas también contienen vitamina B12, pero su contenido es tan variable que sólo se recomiendan como complemento y nunca como sustitutos de ningún alimento. También hay "carnes vegetales" que contienen vitamina B12 y que, opcionalmente, se pueden incluir en la dieta vegetariana.

Cereales
Los cereales no pueden faltar en cada una de las comidas del día. Se recomienda que sean integrales y de cultivo ecológico.
El arroz, la pasta, las galletas y el pan elaborados con verdadera levadura son algunos ejemplos, ya que aportan gran cantidad de nutrientes y poseen menor efecto desmineralizante que los fabricados con levadura industrial.

Alimentos fermentados y germinados
También se pueden incluir en la dieta alimentos fermentados y germinados, ricos en nutrientes y de fácil digestibilidad.

Aceite de calidad
En comidas y cenas debe incluirse aceite de calidad. Se recomienda que éste sea de primera presión en frío (de oliva virgen, girasol, maíz, sésamo, soja o pepita de uva), rico en ácidos grasos esenciales y vitamina E. Asimismo, también se pueden emplear, como condimentos, especias y hierbas aromáticas, sal marina o con extractos vegetales, salsas de soja, vinagre de manzana y zumo de limón.

Azúcar integral y miel
Para endulzar ciertos alimentos y postres, se puede emplear azúcar integral y miel.

Algunos complementos
Se debe tener en cuenta que existen complementos alimenticios muy diversos que pueden mejorar la calidad nutritiva y gastronómica de muchas recetas habituales. Deben emplearse en función de las necesidades de cada persona. Entre otros complementos, destacan las algas, el germen de trigo, la levadura de cerveza, el polen o la jalea real.

Fuente:http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/salud_y_alimentacion/alimentacion_alternativa/2007/12/07/35497.php

ARTICULOS RELACIONADOS

Fundamentos teoricos de la dieta vegetariana:
http://www.asesorianutricional.com.ar/calidad-alimentos.htm
http://www.asesorianutricional.com.ar/vegetales-frutas.htm

Recetas:http://www.asesorianutricional.com.ar/recetas.html

jueves, 6 de diciembre de 2007

Propiedades antimicrobianas de la plata

La plata es un antimicrobiano de amplio espectro capaz de destruir bacterias, hongos, virus y protozoos

Neveras, pequeños electrodomésticos, máquinas de hielo, filtros de agua, envases alimentarios y papel para almacenamiento de alimentos, tablas de cortar, cuchillos e incluso una corteza plástica de queso, productos de limpieza, interruptores de luz, teclados de ordenador y móviles, ropa futurista y zapatos, sistemas de aire acondicionado, vidrio y materiales de construcción, tuberías y grifos, apósitos y material hospitalario. Todos estos productos tienen en común la utilización de los iones de plata como sistema de tratamiento antimicrobiano.

Aunque pueda parecer un descubrimiento tecnológico de lo más innovador, lo cierto es que la plata se ha venido usando con fines protectores contra las infecciones desde hace miles de años.
Las civilizaciones más antiguas como los egipcios o los fenicios ya construían las cisternas de almacenamiento de agua con plata para reducir las enfermedades causadas por el consumo de aguas contaminadas o para mantenerla en buenas condiciones durante sus largas travesías en barco. Los emperadores chinos utilizaban cubiertos de plata, igual que más tarde lo hicieron las familias acomodadas europeas, como medida preventiva de las plagas. En el año 1000 el Vaticano decretó el uso de cálices de plata para la comunión con el propósito de reducir las frecuentes «indisposiciones» entre sus sacerdotes y feligreses.

Las referencias a la plata como protectora contra las infecciones son continuas a lo largo de la historia, aunque no fue hasta 1893 cuando Karl Wilhelm von Nageli, botánico suizo, hizo pública la primera investigación demostrando las características antimicrobianas de la plata. Es el caso de la introducción de monedas de plata en los tanques de agua o leche para evitar su deterioro, así como su temprana utilización en la medicina: limaduras de plata para curar heridas, ungüentos antibióticos y para quemaduras, gotitas en los ojos de los recién nacidos, amalgama dental, incluso la NASA utilizó iones de plata para proteger el agua durante los viajes espaciales.
Iones de plata

La actividad de los iones de plata es continuo y duradero y su efecto es limpio e inocuo para otros seres vivos

Los antimicrobianos son sustancias naturales o sintéticas, orgánicas o inorgánicas, que inhiben el crecimiento de los microorganismos (bacterias y hongos y levaduras, virus, protozoos). Su eficacia depende de parámetros como su concentración, tipo de microorganismo y de sustrato además de temperatura, pH, humedad y niveles de oxígeno. Para ser eficaces, los iones de plata deben interaccionar con el microorganismo y penetrar en él. La plata se introduce en el interior de la célula a través de unos transportadores de metales presentes en su membrana compitiendo con ellos por los lugares de captación.

Los iones de plata actúan interfiriendo en la permeabilidad gaseosa de la membrana (respiración celular) y una vez en el interior de la célula, alteran su sistema enzimático, inhibiendo su metabolismo y producción de energía y modificando su material genético. El resultado es que el microorganismo pierde rápidamente toda capacidad de crecer y reproducirse. De esta manera se evita el desarrollo de microorganismos patógenos como 'Salmonella', 'Legionella', 'Escherichia coli' y 'Staphylococcus aureus', entre otros.

Una de las virtudes de la plata es que constituye un antimicrobiano de amplio espectro. La plata iónica destruye las bacterias, hongos, virus y protozoos, aunque es menos activa frente a microorganismos más resistentes, como las esporas. Además, los estudios revelan que es muy poco probable que los microorganismos desarrollen algún tipo de resistencia al tratamiento. Son ecológicos, permanentes y no contaminantes. Los iones de plata quedan atrapados en un sustrato matriz o film protector desde donde actúan. A diferencia de otros productos desinfectantes químicos, su actividad es continua y duradera, no eliminándose a través de la limpieza del producto tratado. Además, su efecto es limpio e inocuo para otros seres vivos. No tienen efectos tóxicos en las células humanas 'in vivo'.

Aplicación
En las aplicaciones y productos más propensos al desarrollo microbiano, la incorporación de agentes antimicrobianos como los iones de plata en el material matriz del producto o en el recubrimiento del mismo para inhibir la proliferación de microbios supone una eficaz medida de precaución complementaria a la limpieza periódica con desinfectantes químicos.

En el ámbito alimentario, el tratamiento por iones de plata se está aplicando actualmente a neveras domésticas, máquinas de hielo, papeles y envases alimentarios, tablas y cuchillos, superficies, cintas transportadoras y maquinaria de la industria agroalimentaria, jabones líquidos para el lavado de manos a base de óxido de plata, productos de limpieza profesional junto con el agua oxigenada. Todas estas aplicaciones están relacionadas con los alimentos, e impiden que los microorganismos crezcan y se desarrollen, por lo que son un factor más para tener en cuenta en el cada día más exigente campo de la seguridad alimentaria.

EN LAS NEVERAS
Las paredes interiores y la puerta del frigorífico llevan un tratamiento especial o recubrimiento con iones de plata que evitan la proliferación de microbios y que formen colonias en los rincones interiores de difícil acceso. Esta película o tratamiento no se elimina por la limpieza. Impide el crecimiento de bacterias y microorganismos así como el desarrollo de olores desagradables dentro del frigorífico, por lo que los alimentos se mantienen frescos y saludables durante más tiempo.
Este sistema permite, además de un mayor periodo de conservación de los alimentos en la nevera, una superior higiene dentro de un entorno a menudo difícil de limpiar (necesidad de vaciado de alimentos, desconexión del aparato y descongelación, entre otros), lo que supone una mejora frente a los frigoríficos tradicionales. En estos casos, los microorganismos que más se desarrollan en alimentos refrigerados son 'Aeromonas hydrophila', 'Listeria monocytogenes' y 'Yersinia enterocolitica'. Cualquiera de estos microorganismos crece difícilmente por debajo de los 4ºC, por lo que las condiciones de refrigeración deben extremarse.


Autor: MAITE PELAYO
Fecha de publicación: 4 de diciembre

Fuente: http://www.consumaseguridad.com/investigacion/2007/12/04/172396.php

NOTA RELACIONADA
http://www.asesorianutricional.com.ar/prevencion.htm#30

sábado, 1 de diciembre de 2007

La obesidad, en el diván

Por Hugo Litvinoff Para LA NACION
Sábado 1 de diciembre de 2007 Publicado en la Edición impresa
Noticias de Ciencia/Salud
Con la llegada de los días cálidos, la preocupación por el aspecto físico cobra renovada energía y se convierte en un tema recurrente en los consultorios psicoanalíticos.

Todo el mundo asocia, con razón, la obesidad con importantes riesgos para la salud, pero en lo inmediato lo que verdaderamente angustia es que los kilos de más restan lozanía y belleza al aspecto general y cuando son excesivos despiertan sensaciones de abandono y desprolijidad.

Es lógico entonces el afán de iniciar una dieta; todos deseamos ser aceptados y valorados, tanto por los demás como por nosotros mismos y bien sabemos que el aspecto corporal tiene mucho que ver con ello.

Es que el cuerpo habla; es lo primero que impacta ante la mirada del otro y expresa parte de lo que el individuo es; muestra sus pasiones; refleja su erotismo; es en cierto modo un espejo de su subjetividad. Sin embargo, es sabido que la mayoría de los intentos por disminuir el exceso de grasa que rodea los tejidos terminan en rotundos fracasos o en el mejor de los casos se obtiene algún resultado inmediato que no tarda en diluirse ante la renovada tentación de comer.

Lo que no siempre se tiene en cuenta es que si bien desde el punto de vista fisiológico existen métodos mejores y peores para adelgazar, la mayoría de las dietas fracasan porque el individuo sencillamente no las cumple, y no las cumple porque no las puede cumplir.

El gordo es gordo porque posee una relación pasional con la comida, un vínculo que no se deja limitar por ningún método y mucho menos por un período prolongado de tiempo. Es por eso por lo que a pesar del intenso deseo de adelgazar, le resulta imposible resistirse a la tentación de comer, porque llevarse el alimento a la boca es mucho más que el simple hecho de alimentarse.

Comer es sentirse acompañado y querido; es experimentar una sensación placentera en el tracto digestivo que posee connotaciones sexuales y cuya privación genera sensaciones de frustración, rabia e impotencia.

Si está angustiado, la comida torna la vida más tolerable; si, en cambio, se siente feliz, ¡qué mejor que festejarlo con un buen banquete!

Como sea, la decisión de comer comida magra y en menor cantidad le genera una verdadera sensación de privación y una vivencia interna de vacío y desolación muy difíciles de tolerar.

Durante la primera infancia, el estar bien alimentado era equivalente a ser amado y cuidado, el hambre, en cambio, era sinónimo de abandono.

La boca es el órgano del primer vínculo placentero y amoroso con la madre y la apasionada succión del pecho permitió disolver ansiedades, controlar miedos y dormirse seguro y feliz. Con el tiempo, otras partes del cuerpo y otras estrategias permiten una manera diferente de conectarse e incorporar el mundo, de elaborar y realizar las fantasías y los afectos, aunque siempre queda un recuerdo de las primeras vivencias, que nos lleva, por ejemplo, a besar a quien amamos o a denominar "traga" al que estudia mucho.

El obeso, aunque haya evolucionado en otros aspectos, conserva en su estructura psíquica el privilegio de la boca y la incorporación oral; una parte importante de su sexualidad, de sus ambiciones y de su búsqueda de bienestar dependen de la comida y por eso experimentan las dietas como una alternativa cruel, imposible de soportar.

Adelgazar, entonces, no depende en la mayoría de los casos de la simple voluntad de comer menos. Es necesario que el individuo tome consciencia del significado inconsciente que la comida tiene para él y que se de cuenta que para que su cuerpo cambie por fuera, muchas cosas tienen que cambiar y evolucionar dentro de él, no sólo para poder lucir un aspecto más sano y atractivo sino también para encontrar nuevas formas de placer y de conexión con los demás.

El autor es psicoanalista titular en función didáctica de la Asociación Psicoanalítica Argentina

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