En su versión más occidentalizada, es una práctica corporal que exige posturas acrobáticas y cierta dosis de control mental. Ejercitada regularmente tiene una indudable eficacia antiestrés y flexibiliza el cuerpo. Lo que no es poco. Pero esas son apenas dos de las múltiples caras del yoga, que también es filosofía, estilo de vida, cosmovisión, religión, propuesta de introspección espiritual y sistema de armonización psicofísica.
En sus más de cinco mil años de historia cubrió un intenso recorrido, desde sus inicios contemplativos en las montañas de la India antigua, hasta el poderoso y multifacético cuerpo doctrinario que se diseminó por todo el planeta. Hoy la palabra yoga circula con comodidad dentro del discurso de la ciencia occidental y no son pocos los médicos y psicólogos que la recomiendan como herramienta terapéutica de aplicaciones múltiples.
Existen estudios científicos que avalan la eficacia de esta práctica milenaria para controlar el dolor, el estrés, la hipertensión y la diabetes; también para doblegar contracturas musculares o mejorar la capacidad respiratoria de las personas asmáticas y recuperar el equilibrio mental.
¿A qué se debe tanta popularidad globalizada? "Yoga es la unión de la mente, el cuerpo y el espíritu a través de la respiración, como si fuesen tres islas que se conectan a través del puente de las técnicas respiratorias", define Agustín Aguerreberry, un argentino que se convirtió en el representante para Estados Unidos de la Organización Mundial de Profesores de Yoga.
Visión holística
A diferencia de la mirada occidental, la visión del yogui oriental es holística: no se circunscribe al cuerpo mecánico que obtiene beneficios parciales al estimular una porción recortada del cuerpo, sino que busca, en cambio, la unión, la integración. De hecho, la misma palabra yoga proviene del sánscrito y significa unir.
Desde esta lectura integradora, Aguerreberry describe las reglas básicas del yoga nacido de un tronco originario, las enseñanzas del yogui hindú Pantájali, escritas varios siglos antes de la era cristiana y que hoy siguen siendo guía para millones de practicantes en el mundo:
- Yamas (reglas éticas o disciplina moral).
- Niyamas (autocontrol).
- Asanas (posturas).
- Pratyahara (desapego de las actividades externas sensoriales, moviendo la atención hacia el interior).
- Pranayama (control energético a través de técnicas respiratorias).
- Ddharana (concentración).
- Dhyana (meditación).
- Ssamadhi (estado de hiperconciencia o iluminación)
Las posturas, la respiración y el control de los pensamientos para aquietar la mente para un yogui hindú representan apenas una fracción de su universo y un medio para acercarse paulatinamente a su esencia, su fin último, que es la iluminación o unidad con el cosmos.
Ejercicio de meditación
Como representante en el país de la enseñanza de una forma de yoga antiguo llamada swasthya, el instructor Diego Ouge describe el ejercicio de meditación y el estado de conciencia que se obtiene por medio de esta práctica, cuyo término en sánscrito es dhyana y "consiste en parar de pensar a fin de permitir que la consciencia se exprese a través de un canal más sutil, que está por encima de la mente… se trata de un canal que nos trae el conocimiento por vía directa, sin la interferencia del intelecto".
Las asanas –que para un occidental constituyen el corazón de la práctica– no son sino una práctica espiritual externa; mientras desarrollan fuerza, flexibilidad y vitalidad, van guiando hacia un estado de bienestar corporal y mental, tendiente a preparar el cuerpo para meditar y alcanzar ese estado de consciencia. Aunque alejada de esta meca de la iluminación, la práctica del yoga accidentalizado no deja de ser recomendable.
"La implementación del yoga como una técnica corporal, como una gimnasia, hace que pierda su sentido de meditación, de serenidad de la mente y de profundización de un mismo –concluye Carlos Rúa–, pero aún desde la perspectiva de mover todas las articulaciones y músculos, aprendiendo a respirar profundamente y alcanzando una quietud mental que reduce el estrés, los beneficios sobre la salud física y psíquica son indiscutibles."
Tesy De Biase
Fuente: La Nacion, 7 de julio de 2007
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1 comentario:
muchas gracias por comentar sobre la celiaca es una enfermedad desconocida que no se habla en ningun lado-la que la padecemos sufrimos al menos yo por que hace poco que se que la tengo despues de dos años de vueltas y sufrir dolores horribles y de tener anemia cronica -yo trato de entrar a todos lados en internet y comentar a ver si se difunde mas el tema pero no e tenido surte nada mas esta pag me a ayudado-es muy feo ir a algun lado a comprar y no encontrar los productos y que lo miren con cara fea .no hay informacion nada mi problema que en 5 meses de tratamiento no e podido hacre ningun pan bien lo que hago me quedan mal yo vivo en uruguay la harina que consigo es de arroz y maicena nada mas pero se que hay de mandioca no la conosco . bueno si ponen recetas se los voy aseguir agradeciendo
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