lunes, 4 de mayo de 2009

PLATA COLOIDAL

LA PLATA COLOIDAL ANIQUILA MÁS DE 650 ESPECIES DE MICROBIOS PATÓGENOS EN MINUTOS

Desde principios del pasado siglo XX se sabe que ninguna bacteria, virus, hongo,
levadura o microbio puede vivir en un líquido en el que haya una sola partícula de plata. Dicho metal los aniquila al contacto en sólo minutos. De ahí que la plata coloidal obtenida por electrolisis de plata pura en agua destilada se considere uno de los más potentes y eficaces germicidas naturales conocidos y se le otorgue la denominación de superantibiótico. Sin efectos secundarios adversos a las dosis adecuadas, sin interaccionar con otros medicamentos y sin provocar reacciones de rechazo o alérgicas. De ahí que por su gran eficacia, por la rapidez con la que actúa y por su inocuidad se considere hoy a este antiguo remedio una especie de segundo sistema inmune del que puede disponer el cuerpo humano.

A pesar de la capacidad de investigación y especialización de la industria farmacéutica la experiencia demuestra que los microorganismos acaban desarrollando resistencia a sus sofisticados y carísimos antibióticos lo que reduce o incluso anula su eficacia. Y ante esta realidad un número creciente de expertos aboga por la vuelta a un germicida considerado infalible, a un clásico de la Medicina natural cuyo uso se fue abandonando progresivamente a mediados del siglo pasado por el empuje de los antibióticos modernos, económicamente más lucrativos pero de cuestionable eficacia en muchos casos. Hablamos de la plata coloidal que tras décadas de olvido está siendo rescatada como remedio increíblemente eficaz en la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas. ¿Sus avales? Su inigualable capacidad germicida frente a más de 650 especies de microorganismos patógenos y el hecho contrastado de que ante su presencia cualquier microbio es eliminado de forma tan rápida que le es imposible generar mecanismos de resistencia. Se trata, en suma, de un remedio eficaz, natural, sin efectos secundarios a las dosis adecuadas y asequible que puede ayudarnos a prevenir numerosas enfermedades infecciosas y a recobrar la salud.
UN REMEDIO ANTIQUÍSIMO
El uso antibiótico de la plata data de civilizaciones tan antiguas como la griega y la romana que también utilizaban este metal para elaborar utensilios de cocina o recipientes donde almacenar y servir el agua. Así lo recoge el historiador y geógrafo griego Heródoto (484-425 a.C.) -considerado "el padre de la Historia"- quien en sus escritos narra que, donde quiera que fuera, el rey Ciro de Persia llevaba consigo una mula que transportaba recipientes de plata llenos de agua hervida y que sólo bebía de ellos. Y es que, según parece, ya entonces sabían que la plata inhibe el crecimiento de los microorganismos que estropean los alimentos, las bebidas... y el cuerpo de humanos y animales. Ésa es, asimismo, la explicación de la costumbre de los primeros pobladores del Oeste americano que introducían un dólar de plata en los recipientes con leche para facilitar su conservación y evitar el crecimiento de hongos y bacterias. De hecho en la actualidad se sigue confiando en la capacidad de la plata coloidal para eliminar una amplísima gama de organismos patógenos lo que la hace única para añadirla a los alimentos y mejorar su conservación-. Incluso para potabilizar el agua. Una propiedad que la ha convertido en herramienta de -permítasenos la licencia- utilidad extraterrestre ya que los rusos la utilizan para esterilizar el agua reciclada a bordo de las estaciones espaciales y la NASA eligió un sistema de tratamiento de aguas a base de plata coloidal para el puente aéreo espacial.
En cuanto a su uso terapéutico se tiene constancia de que tanto la Medicina Tradicional China como la Medicina Ayurvédica han usado la plata -bien sola, bien combinada con otras sustancias- como remedio para prevenir y tratar infecciones y como tónico rejuvenecedor para pacientes debilitados por alguna dolencia o, simplemente, por la edad. Para esta última tradición médica la plata es muy eficaz en el tratamiento de afecciones hepáticas y la usan también para "refrescar mente, emociones y cuerpo en padecimientos tales como neuritis y neuralgia, inflamaciones de las membranas mucosas, enfermedades del sistema reproductor y mentales. Es asimismo afrodisíaca y útil en casos de debilidad".
Por lo que respecta a Occidente hasta la década de los años 40 del siglo pasado era común entre los médicos el uso de la plata coloidal para el tratamiento de decenas de enfermedades cuyo origen fueran virus, bacterias u hongos (vea las Indicaciones de la plata coloidal en el recuadro aparte) así como para ayudar a cicatrizar heridas y quemaduras. Sin embargo, el aumento del precio de la plata y los costes de producción así como el desarrollo de otro tipo de antibióticos más rentables llevarían a este germicida natural a un rincón olvidado del que desde hace aproximadamente cuarenta años intentan rescatarlo médicos y profesionales de la salud de todo el mundo. Y gracias a ellos la plata coloidal empieza a ocupar de nuevo el lugar que nunca debió perder como antibiótico de referencia. Ahora bien, el camino no es fácil pues su vuelta se enfrenta al todopoderoso establishment de la industria farmacéutica, nada interesado en que un producto tan económico, eficaz y fácil de utilizar esté al alcance de todos.

PARTÍCULAS EN SUSPENSIÓNLas investigaciones realizadas en las últimas décadas han revelado que mientras antiguamente el cuerpo humano obtenía una cantidad elemental -y necesaria- de plata a través de la ingesta de frutas y verduras frescas en la actualidad la sobreexplotación de los suelos y la degradación de sus minerales -en porcentajes que incluso superan el 80%- ha hecho que carezcamos de este metal esencial. Pero, ojo, porque no se trata de la mera carencia de un nutriente: los expertos señalan que la deficiencia de plata es uno de los factores que han hecho aumentar drásticamente los desórdenes del sistema inmune humano en los últimos años. De ahí que se postule la necesidad de tomar plata en su forma coloidal para suplir ese déficit y prevenir numerosas dolencias, especialmente las causadas por microorganismos patógenos.

Pero, ¿qué es la plata coloidal? Pues, en pocas palabras, plata y agua. Más concretamente, minúsculas partículas de plata cargadas eléctricamente que se encuentran en suspensión (recordamos en este punto al lector que los líquidos más importante del cuerpo humano son coloidales, es decir, compuestos por partículas ultrafinas en suspensión) y se obtienen por electrolisis de plata pura en agua destilada (es imprescindible que la plata sea 100% pura y el agua destilada pues si no es así la mezcla podría dar lugar a efectos adversos como úlceras o coloración de la piel). De esa forma se desprenden partículas microscópicas de plata que se mantienen en suspensión gracias a la diminuta carga eléctrica de cada una de ellas. Afirman los expertos que este minúsculo tamaño aumenta considerablemente la reactividad de la plata con los organismos unicelulares con los que entra en contacto de tal forma que éstos -ya sean bacterias, virus, etc.- se "tragan" las partículas de plata, algo que -como explicamos más adelante- acaba propiciando su eliminación en apenas unos minutos. Y también a su tamaño extremadamente pequeño (entre 0,01 y 0,001 micrones de diámetro) se debe que puedan penetrar más fácilmente en cualquier tejido y viajar a lo largo del cuerpo multiplicando su eficacia terapéutica
Eso sí, quede claro -también para los médicos que aún los confunden- que en todo momento hablamos del coloide de la plata (obtenido por un método fisicoquímico) y no del oligoelemento plata (que se obtiene por métodos químicos). Este último es el que, por sobredosificación, puede provocar argiria o manchas de color gris oscuro que tiñen de forma permanente la piel y las membranas mucosas. En cuanto a la plata coloidal no se conocen efectos secundarios cuando ésta se elabora en la concentración oportuna, no se han descrito casos de interacción con otras sustancias, no produce adicción ni intolerancia y los estudios demuestran que no se deposita bajo la piel sino que pasa a través del tracto digestivo hasta eliminarse por completo a través de las heces. Lo único que se deberá tener en cuenta -además de otras indicaciones que pueda darle el profesional de la salud al que consulte antes de iniciar el tratamiento- es que el consumo de plata coloidal puede inducir una deficiencia de selenio que, en todo caso, será fácil de corregir introduciendo en la dieta alimentos ricos en este mineral como el trigo, las nueces o las pipas de girasol. Por lo demás, la plata coloidal es insípida, inodora, no tóxica, segura durante el embarazo y la lactancia e, incluso, se puede utilizar de forma tópica para lavar los ojos o las fosas nasales de los bebés

UN AUTÉNTICO "SUPERANTIBIÓTICO"

Investigaciones recientes llevadas a cabo en universidades y centros de investigación de todo el mundo han podido confirmar los hallazgos de nuestros ancestros e, incluso, ampliar el listado de sus bondades e indicaciones. Y así, hoy se considera que la plata coloidal:

-Es un potente germicida de amplio espectro.
Ya en 1914 la revista The Lancet publicó los resultados de un estudio llevado a cabo por el doctor Henry Crookes con plata coloidal que demostró que es altamente germicida e inofensiva para el cuerpo humano. En aquel artículo el investigador norteamericano afirmaba: "No conozco ningún microbio que no haya podido ser eliminado en laboratorio con plata coloidal en un lapso de 6 minutos. Sin efectos secundarios negativos aun utilizando las concentraciones más altas". Pues bien, recientes investigaciones realizadas en la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA, Estados Unidos) confirman que bastan esos 6 minutos -a veces menos- desde el contacto con la plata coloidal para que el germen muera. Lo que hace la plata coloidal es inactivar las enzimas que las bacterias, hongos, virus, levaduras y otros microorganismos usan para su metabolismo del oxígeno; es decir, consigue inutilizar el pulmón químico de dichos parásitos y de sus formas pleomórficas o mutantes y eliminarlas incluso en su etapa de huevos. Por ese motivo, al contrario de lo que ocurre con los antibióticos sintéticos, el microorganismo no puede desarrollar mecanismos de resistencia ni ningún tipo de mutación que le permita escapar de la acción germicida de la plata.Luego las células del sistema reticuloendotelial -que es parte del sistema inmune- logran expulsar del cuerpo los gérmenes ya muertos. Por tanto, la plata coloidal funciona como un catalizador ya que su sola presencia hace que muchos microorganismos causantes de enfermedades infecciosas no puedan respirar y mueran asfixiados. Y lo hace con unos ¡650 tipos diferentes de gérmenes! Entre ellos, como demostró en 1988 el doctor Larry C. Ford -investigador de la Escuela de Medicina de la citada universidad californiana-, los streptococcus pyogenes, staphylococcus aureus, neisseria gonorrea, garnerella vaginalis, salmonella typhi y otros microbios patógenos entéricos así como la candida albicans, la candida globata y la malassezia furfur por citar sólo algunos. De ahí que el doctor Harry Margraf -bioquímico e investigador de la Universidad de Saint Louis (Estados Unidos), colaborador de la Universidad de Washington y pionero en la investigación de la plata- llegara a afirmar: "La plata coloidal es, sin duda, el mejor y más versátil combatiente de gérmenes que tenemos".Además, al contrario que los antibióticos sintéticos -que destruyen las enzimas y bacterias benéficas-, la plata coloidal no provoca daño alguno ni a las enzimas ni a ningún otro componente del organismo humano. Y es así porque sólo ataca las enzimas de formas de vida unicelulares que son radicalmente diferentes a las de los organismos pluricelulares. Sin olvidar que dentro del cuerpo humano la plata coloidal no forma compuestos tóxicos ni reacciona con otra cosa que no sea la enzima metabolizadora de oxígeno de un germen unicelular. Por tanto, no puede causar rechazos o alergias de ningún tipo.
-Constituye un segundo sistema de defensas.
La plata coloidal no sólo elimina los virus, bacterias y demás gérmenes capaces de hacernos enfermar sino que además fortalece nuestro sistema inmune y nos ayuda a prevenir numerosas dolencias, especialmente las de tipo infeccioso. Así lo afirmaba ya a finales de la década de los 70 del siglo pasado el doctor Robert O. Becker -cirujano ortopédico investigador en Medicina durante más de 30 años y considerado uno de los padres de la Electromedicina y la Electroquímica así como uno de los pioneros en el resurgir de la plata en aplicaciones médicas- que constató una correlación entre los valores bajos de plata en el cuerpo y los estados de enfermedad y fue el primero en afirmar que "la deficiencia de plata es responsable del funcionamiento incorrecto del sistema inmune". En 1978 Becker publicaría un estudio en el que se podía leer: "Gracias a la investigación de 'mente abierta' la plata coloidal está emergiendo como una maravilla de la medicina moderna. Un antibiótico puede matar quizás a una docena de organismos patógenos diversos pero la plata mata alrededor de 650 y sin que se generen mutaciones resistentes. Es más, además de acabar con los microorganismos causantes de decenas de enfermedades la plata coloidal estimula de forma notable el sistema de defensas del cuerpo humano". Y es que, como han corroborado investigaciones posteriores, tomada diariamente la plata coloidal proporciona, por su gran efectividad y por la rapidez con la que actúa, un verdadero "segundo sistema de defensas" que produce energía, vitalidad y vigor, reduce las toxinas del cuerpo (al aumentar el fluido y drenaje linfático lo que mejora la oxigenación, la regeneración de las células y el flujo de energía en el cuerpo), provoca una significativa elevación de glóbulos blancos en la sangre y genera una rápida sensación de alivio. Además se ha constatado que no afecta a las bacterias benéficas del intestino grueso porque la plata coloidal -en dosis normales- se absorbe en los primeros metros del intestino delgado. Y como no interactúa con ninguna sustancia del cuerpo no puede causar alergia o rechazo. Es más, según investigaciones de la Brigham Young University (Utah, EEUU) la plata coloidal elimina el VIH, presunto virus causante del Sida. Y aunque la FDA norteamericana no permite aún el uso del coloide de plata para tratar esta enfermedad ha autorizado ya su uso en las derivadas de un VIH activo.
-Ayuda a eliminar las células tumorales.
El doctor Bjorn Nordestrom -del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia)- viene utilizando desde hace décadas la plata coloidal para el tratamiento del cáncer con resultados sorprendentes. De hecho ha publicado varios casos de rápida remisión en pacientes desahuciados. Peor suerte corrió el intento del ya citado doctor Becker que a principios de la década de los 80 del pasado siglo XX empezó a investigar la posible capacidad de la plata coloidal para inhibir la mutación de células cancerosas y dejó de inmediato de recibir subvenciones públicas hasta que, finalmente, se vio obligado a cerrar su laboratorio sin concluir sus investigaciones. Otros, como el doctor Gary Smith -pionero en la investigación del cáncer-, llegó a afirmar tras años de estudio que "cuando la plata está presente las células cancerosas son diferenciadas y el cuerpo restablecido. De ahí que posiblemente una deficiencia de plata sea una de las muchas razones de que exista el cáncer y de que aumente tan rápidamente .
-Promueve la curación de heridas y quemaduras.De hecho se usa en las unidades de quemados de los principales hospitales por ser considerado como un potente antiséptico y un efectivo reparador de los tejidos. Y es que se ha contrastado que evita la infección, acelera el proceso de cicatrización y atenúa las cicatrices o marcas posteriores a las heridas o quemaduras.-Estimula el crecimiento de los huesos. A finales de los años 70 del siglo pasado el ya mencionado doctor Robert O. Becker descubrió, mientras estudiaba la capacidad de regeneración de los tejidos humanos, que la plata coloidal promueve el crecimiento del hueso. Y observó que además eliminaba las infecciones circundantes sin dañar los tejidos sanos y reducía en un 50% el tiempo de convalecencia en casos de fracturas.-Supone una ayuda durante el embarazo y para el feto.Se ha comprobado que la plata coloidal favorece el crecimiento y la salud del feto y hace que el parto y la recuperación de la madre sean más fáciles y rápidos.A todo lo dicho hay que añadir que ayuda a aliviar la inflamación, mejora la digestión y es un reconstituyente general del organismo. De hecho muchas personas que la toman a diario afirman sentirse más jóvenes. La explicación está, según los expertos, en que el cuerpo, gracias a las propiedades preventivas e inmunopotenciadoras de la plata coloidal, puede utilizar sus energías para otras tareas distintas a luchar constantemente contra la enfermedad.En suma, la plata coloidal es una alternativa totalmente natural, segura, barata, eficaz y sin efectos secundarios; y además es efectiva contra las cepas microbianas que son resistentes a los antibióticos convencionales
-Estimula el crecimiento de los huesos.
A finales de los años 70 del siglo pasado el ya mencionado doctor Robert O. Becker descubrió, mientras estudiaba la capacidad de regeneración de los tejidos humanos, que la plata coloidal promueve el crecimiento del hueso. Y observó que además eliminaba las infecciones circundantes sin dañar los tejidos sanos y reducía en un 50% el tiempo de convalecencia en casos de fracturas
-Supone una ayuda durante el embarazo y para el feto.
Se ha comprobado que la plata coloidal favorece el crecimiento y la salud del feto y hace que el parto y la recuperación de la madre sean más fáciles y rápidos.A todo lo dicho hay que añadir que ayuda a aliviar la inflamación, mejora la digestión y es un reconstituyente general del organismo. De hecho muchas personas que la toman a diario afirman sentirse más jóvenes. La explicación está, según los expertos, en que el cuerpo, gracias a las propiedades preventivas e inmunopotenciadoras de la plata coloidal, puede utilizar sus energías para otras tareas distintas a luchar constantemente contra la enfermedad.En suma, la plata coloidal es una alternativa totalmente natural, segura, barata, eficaz y sin efectos secundarios; y además es efectiva contra las cepas microbianas que son resistentes a los antibióticos convencionales.

MÚLTIPLES USOS
En cuanto a las posibilidades de aplicación la plata coloidal resulta especialmente versátil. Así, se puede ingerir, emplear para hacer enjuagues (a fin de prevenir o tratar infecciones bucales) o gargarismos, para limpiar heridas o quemaduras (al contrario que otros antisépticos no produce dolor al ser aplicada sobre cortes o abrasiones), para tratar tópicamente la piel en caso de acné, verrugas, pie de atleta, etc., o para lavar los ojos (incluso los de los bebés) en casos de conjuntivitis y otras formas de inflamación e infección ocular. También se puede usar vaginal o analmente, atomizada por la nariz (así la plata coloidal llega más rápidamente al foco infeccioso cuando se padece bronquitis o infecciones pulmonares), vaporizada o como desodorante puesto que la mayor parte del mal olor de pies o axilas es causado por las bacterias que metabolizan las sustancias excretadas por las glándulas sudoríparas y la plata coloidal las elimina por completo.

En cuanto a la dosis lo más adecuado es que la establezca un profesional de la salud atendiendo a las particularidades de la persona y discriminando si el uso es como preventivo o para el tratamiento de alguna dolencia específica. En todo caso, lo aconsejado en un adulto es coger 10 gotas con un cuentagotas -es imprescindible que tanto éste como el envase que la contenga sean de cristal pues el plástico no conserva la plata en suspensión al anular con su carga electrostática la de la plata coloidal- y dejarlas actuar debajo de la lengua durante un minuto. Se recomienda hacerlo por la mañana -en ayunas- y esperar 5 minutos antes de ingerir alimentos o bebidas.Como ya hemos mencionado no se conocen efectos secundarios o casos de rechazo o alergia al uso de los coloides de plata pero sí es normal que durante los primeros días de tratamiento se produzca cansancio, dolor de cabeza o diarrea que son reacciones propias del proceso de desintoxicación que se pone en marcha al seguir el tratamiento.

Y una última recomendación: si se decide a tomar plata coloidal sepa que varios libros y numerosas páginas de Internet explican cómo fabricarla en casa de modo sencillo. Pero tenga presente que no se trata de un simple "juego de química": hay que saber hacerlo bien, en la concentración adecuada y usando sólo plata pura y agua destilada para que el preparado únicamente produzca los efectos positivos que mencionamos en el texto. Eso sí, tanto si fabrica la plata coloidal en casa como si la adquiere en un herbolario o tienda especializada almacénela en un lugar fresco y oscuro -pero no dentro del frigorífico- y consúmala antes de 6 meses.En fin, que si a su eficacia terapéutica le sumamos la sencillez de su uso, la versatilidad de sus aplicaciones, el hecho de que lo pueden usar hasta las embarazadas y los bebés y lo asequible de su precio auguramos un prometedor renacer de este excepcional germicida natural que, según sus defensores, esta vez -y a pesar de las zancadillas de la industria del fármaco sintético- "vuelve para quedarse".Laura Jimeno

Indicaciones

La plata coloidal, según diversos estudios llevados a cabo principalmente durante el siglo pasado, es útil en el tratamiento de más de 650 afecciones diferentes entre las que se cuentan: Acné. Alergias. Amigdalitis. Apendicitis. Artritis. Bursitis. Cáncer. Candidiasis. Cistitis. Cólera. Colitis. Infecciones de ojos, oídos, boca y garganta. Congestión nasal. Conjuntivitis. Dermatitis. Diabetes causada por una infección. Diarrea. Disentería. Eczemas. Envenenamiento de la sangre. Erupciones. Escarlatina. Fatiga crónica. Fibrosis. Fiebre en general. -Forúnculos. Gastritis (incluso las causadas por la Helicobacter Pylori). Gingivitis. Gonorrea. Gripe estomacal. Heridas abiertas. Herpes simple. Herpes zoster. Indigestión. Infecciones en general. Inflamación de la vejiga. Irritación de la garganta. Lepra. Leucemia. Lupus. Malaria. Melanoma. Meningitis. Mononucleosis. Neumonía. Neurastenia. Oftalmia purulenta. Parásitos en la sangre. Pie de atleta. Piorrea. Pleuritis. Problemas de tiroides. Problemas por estreptococos y estafilococos. Prostatitis. Prurito anal. Psoriasis. Pulmonía (viral, fúngica o bacteriana). Quemaduras. Queratitis. Resfriado común. Reumatismo. Rinitis. Seborrea. Septicemia. Sida. Sífilis. Sinusitis. Tiña. Tos. Toxemia. Tuberculosis. Úlceras de estómago. Verrugas.

Propiedades de la plata coloidal

La plata coloidal......es un poderoso germicida frente a virus, bacterias, hongos, levaduras y otros parásitos patógenos....protege de forma natural contra las infecciones....alivia rápidamente las inflamaciones....es un antiséptico muy potente....se emplea con éxito en el tratamiento de más de 650 dolencias diferentes....mejora la digestión....reduce las toxinas del cuerpo....estimula el drenaje linfático....mejora la oxigenación de las células....aumenta el flujo de energía en el cuerpo....fortalece el sistema inmune y supone una especie de segundo sistema de defensas para el organismo....ayuda a eliminar las células tumorales....estimula el crecimiento de los huesos....favorece la curación de heridas y quemaduras....acelera los procesos de cicatrización....regenera los tejidos de forma rápida y efectiva....es beneficiosa durante el embarazo y para el feto....es un reconstituyente general del organismo.Además es atóxica, no provoca efectos secundarios adversos, no interactúa o reacciona con otros medicamentos y puede consumirla cualquier persona.
Fuente: http://www.dsalud.com/numero102_2.htm

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viernes, 1 de mayo de 2009

LA ENFERMEDAD COMO ARMA

El uso de la enfermedad como arma no es algo nuevo o propio de la moderna tecnología del siglo XX. Se tiene constancia de su utilización desde hace siglos aunque tal idea llegó a un nuevo nivel de sofisticación con los programas de guerra biológica que se pusieron en marcha poco antes de la II Guerra Mundial. Pues bien, muchas de las enfermedades que hoy nos aquejan se crearon en los laboratorios como posibles armas. Y otras simplemente para vender fármacos que contrarrestaran sus efectos. Hablamos de un gigantesco y vergonzoso negocio en el que hay implicados gobiernos, políticos, multinacionales, etc.

Los historiadores de la Medicina saben que muchas de las plagas o pestes de la Edad Media fueron en realidad provocadas y se propagaron porque se utilizaron como armas biológicas. Está constatado por ejemplo que en el siglo XIV los tártaros sufrieron un brote de peste bubónica cuando atacaban la fortaleza del puerto de Kaffa -ubicada en la península rusa de Crimea sobre el Mar Negro- y decidieron entonces arrojar mediante catapultas los cuerpos de sus camaradas muertos sobre los muros para infectar a los defensores. Siendo al parecer los supervivientes del asedio que huyeron por el Mediterráneo quienes llevarían ese virus a Europa tras desembarcar en Italia. La viruela, por su parte, fue igualmente utilizada como arma en el siglo XVIII por los ingleses que ofrecieron a los indios americanos -entonces aliados de los franceses- mantas contaminadas con el virus lo que provocó entre ellos una epidemia devastadora. Lo que no esperaban es que la viruela terminara afectando a los militares y el ejército tuviera que vacunar a sus propios soldados como ocurrió durante el sitio de Québec con las tropas de George Washington.

No cabe extrañar pues que los militares no sólo adoptaran la idea en pleno siglo XX sino que la "desarrollaran". Jeanne Cono -del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, entidad ligada al Ejército- reconocería de hecho en un vídeo promocional emitido hace apenas unos años que "la idea de usar la enfermedad como un arma llegó a un nuevo nivel de sofisticación a comienzos de los años 30 con el Programa Nacional de Guerra Biológica que fue puesto en marcha para contrarrestar el activo programa japonés que desarrolló entre 15 y 20 agentes capaces de generar enfermedades, con el ántrax como prioridad. Estados Unidos comenzó pues con estos programas -se justificó- en previsión de que tanto Alemania como Japón tomaran la delantera". Tales afirmaciones aparecen en el vídeo Historia de la guerra biológica -coproducción de la CIA y del Departamento de Seguridad Interna (FEMA)- que se rodó con la finalidad -tal como se explica en él al espectador norteamericano- "de prepararte a ti y a tu familia para una amenaza bioterrorista".

Jeanne Cono explica asimismo que en 1931, durante la guerra entre China y Japón, el general nipón Ishi utilizó un virus como arma introduciéndolo en la disputada región de Manchuria a través de aves contaminadas: "Así nadie les podría acusar porque parecería una epidemia natural", cuenta Cono en el video para luego reconocer que al concluir la II Guerra Mundial Estados Unidos se apoderó de "todos los secretos japoneses sobre guerra biológica". Entre ellos, los experimentos con un agente patógeno conocido como kuru que provoca una enfermedad neurodegenerativa e infecciosa conocida la "muerte de la risa" y se desarrolla muy lentamente -el período de incubación puede durar hasta 30 años- aunque una vez se manifiestan los síntomas los pacientes fallecen en unos meses. Cuando se investigó en la década de los 50 se pensó que era una enfermedad hereditaria ya que afectaba sólo a los miembros de una tribu nativa de Nueva Guinea hasta que quien luego sería Premio Nobel Carleton Gajdusek postuló que en realidad estaba causada por un agente infeccioso que se transmitía en los ritos funerarios de ese pueblo ya que acostumbraban a comerse el cerebro de los difuntos creyendo que así adquirirían la sabiduría que habían acumulado en vida. Gajdusek creyó pues que se trataba de un "virus lento". Hoy se entiende que lo causa lo que Stanley B. Prusiner llamó prión (como el que da lugar al llamado "mal de las vacas locas "). Lo que está por ver es si ese prión lo crearon o desarrollaron los japoneses en laboratorio o si lo que hicieron fue sólo descubrirlo y guardarlo para posibles usos en la guerra biológica; pero se tratara de una u otra posibilidad lo cierto es que formaba parte de su arsenal.

ORIGEN EN EL SIGLO XX

El Programa Nacional de Guerra Biológica norteamericano comenzó oficialmente en 1941; así lo apuntan al menos los documentos y memorandos oficiales. Y el encargado de dirigirlo sería George W. Merck, presidente de la Corporación Merck desde 1925 (cuando sustituyó a su padre que falleció ese año), uno de los actuales gigantes de la industria farmacéutica.

Solo un año después -en 1942- los ingleses empezaron a experimentar por su parte en la costa escocesa con bombas que contenían ántrax en un intento de determinar si las esporas actuaban sobre las ovejas. Y los experimentos confirmaron que podía extender la enfermedad dejando infectado además el suelo durante años. De hecho el lugar donde se realizaron esos experimentos estuvo cerrado al público hasta finales de los setenta. Pero eso no fue todo: hoy se sabe que entre 1940 y 1979 un grupo de civiles ingleses fue rociado con químicos y microorganismos patógenos para conocer las posibilidades reales de tales armas.

Ahora bien, si ha habido un país que ha destacado en el pasado en ese campo fue la Alemania nazi. Está ampliamente documentado que en los campos de concentración alemanes se experimentó con muchas de las personas allí encerradas. Tanto para saber los efectos de los microbios patógenos y los de las radiaciones como los de las técnicas psicológicas y biológicas de control mental. Es de dominio público. Lo que en cambio ignora la mayoría de la gente es que a buena parte de esos biólogos, médicos y psiquiatras se les ofreció tras el Proceso de Nuremberg la amnistía -a pesar de sus crímenes- si accedían a trabajar para el Gobierno estadounidense. Y la mayoría aceptó.

El proyecto se conocería como Paperclip y actualmente se sabe que uno de sus máximos gestores fue el ex Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, judío de origen alemán posteriormente nacionalizado norteamericano según narra su propio biógrafo, Walter Isaacson. El resto de los grandes científicos alemanes pasaría a trabajar para los archienemigos comunistas. aunque todos ellos siguieron en contacto.

Tampoco sabe mucha gente que las relaciones entre el Gobierno estadounidense y los nazis fueron propiciadas en buena medida por el senador Prescott Bush, padre del cuadragésimo primer presidente de Estados Unidos - George Herbert Walker Bush- y abuelo del cuadragésimo tercero - George Walker Bush-. De hecho fue Prescott Bush, a través de su empresa Brown Harriman y con la ayuda del Union Bank Corporation, quien financió la campaña de Adolf Hitler para llegar al poder. Y lo hizo por mediación de la conocida familia Thyssen.

Igualmente ignora la mayoría de la gente que Brown Harriman se convertiría con el paso del tiempo en la conocida contratista militar Halliburton a cuyo mando estaría el vicepresidente del tercer Bus: Dick Cheney.Por su parte, el complejo fármaco-biológico IG Farben -propietario de la multinacional farmacéutica Bayer - fue financiado desde el principio por una empresa de la familia Rockefeller, la Standard Oil, lo que liga a las industrias petroleras y farmacoquímica. Es más, Allen Dulles, posterior Director de la CIA, trabajaba para Rockefeller y era el contacto en Alemania con IG Farben. Pues bien, ya en 1951 Erin Traub -jefe del programa de armas biológicas de Hitler- trabajaba para el Departamento de la Marina investigando 40 cepas de virus muy contagiosos.
En suma, las conexiones entre la industria farmacéutica, el nazismo y determinados gobiernos se asentaron en aquélla época.Pero volvamos a las confesiones de la portavoz gubernamental Jeanne Cono. Ésta, en el video ya mencionado, cuenta que en 1953 Estados Unidos comenzó un programa "ofensivo" de guerra biológica con " unos medios modestos " en las instalaciones de Fort Detrick, cerca de Maryland (EEUU) al terminar el cual "se desarrollaron siete agentes incapacitantes, incluido el ántrax".

Sin embargo, el libro La historia de Fort Detrick, escrito por el que fuera Relaciones Públicas de las citadas instalaciones, Norman Covert, demuestra que no eran precisamente "humildes". En sus 500 hectáreas de extensión trabajaban ¡300 científicos y 250 microbiólogos -40 de ellos catedráticos- así como 150 especialistas -entre ellos matemáticos y patólogos- además de otras 1.000 personas cualificadas! De hecho usaban anualmente 900.000 ratas, 50.000 conejillos de indias, 2.500 conejos y 4.000 monos así como numerosos caballos y otros animales.

SECRETOS DE UN LADO Y OTRO

Hoy sabemos que las investigaciones sobre armas biológicas de ambos bloques se hicieron "algo más que en paralelo". En realidad los secretos fluyeron a través de agentes dobles. Algunos tan importantes como el banquero Lord Rothschild, perteneciente al famoso grupo Los cinco de Cambridge. Todo apunta pues a que detrás de ambos bloques estaban las mismas personas. Personas que alimentaron la desconfianza y el temor entre los dos bandos con el único objetivo de potenciar la carrera armamentística y ganar dinero a espuertas. Incluso creando amenazas inexistentes.

Un buen ejemplo es el Informe Iron Mountain ( Montaña de hierro ) de 1963 sobre los peligros potenciales para el mundo de finales del siglo XX encargado a la Corporación Rand que aludía especialmente al problema de la superpoblación. "Para mantener la paz en el interludio hacia el nuevo milenio -se decía en él- es preciso manejar el incremento de la población mundial". ¿Y eso que significaba? Hubo quien lo entendió muy bien. Hombres como David Rockefeller y Henry Kissinger llegaron públicamente a manifestar pronto con frialdad y cinismo que "la guerra es necesaria para el progreso económico, político y social". Agregando: "La guerra es imprescindible para la supervivencia del sistema tal y como lo conocemos hoy". Solo que la guerra como "arma de despoblación" tenía que ser "mejorada" con otros agentes. En el citado y polémico informe se lee por eso lo siguiente: " Una alternativa viable para ir a la guerra podría ser generar una amenaza exterior de suficiente magnitud como para que la ciudadanía pida una reorganización y acepte lo que dicte la autoridad política".

También se buscó cómo eliminar pueblos sin destrozar sus infraestructuras. Y de hecho se desarrolló una bomba capaz de asesinar poblaciones enteras sin afectar sus edificios e instalaciones.

Es más, entre las propuestas realizadas por el mencionado grupo de "intelectuales" y expertos se planteó sin tapujos que "una alternativa a la guerra podría ser la generación de enemigos ficticios [terrorismo]".
Y otros fueron aún mucho más allá a la hora de afrontar el "problema" de la superpoblación del mundo porque llegaron a recomendar "la destrucción ecológica" hablando de "un comprensible plan eugenésico" propiciado por un " medioambiente destructivo ".

El conocido investigador Leonard Horowitz afirma haber descubierto memorandos secretos de carácter sanitario con ese mismo fin. Entre ellos un programa especial para difundir un virus causante de cáncer que data de 1962. Asevera que incluso llegaron a difundirse virus capaces de provocar leucemia, linfomas, tumores de mama, herpes, gripe, mononucleosis, meningitis. Microbios en cuyos experimentos se usó al principio como cobayas lo que tenían más a mano: ¡sus propios soldados!

Y si le parece inconcebible sepa, por ejemplo, que una investigación del Congreso estadounidense revelaría que numerosas esposas de militares norteamericanos de tierra recibieron complejos vitamínicos que contenían uranio 239 y plutonio 241 altamente radiactivo provocando multitud de abortos y fallecimientos tanto entre ellas como entre sus bebés. Según esa misma investigación entre los años 1910 y 2000 se llevaron a cabo cerca de ¡20.000 experimentos! con población civil estadounidense. Por ejemplo, radiando a pacientes con uranio y plutonio ¡en hospitales! Y eso con el consentimiento de las "agencias de salud" del Gobierno norteamericano.

Se sabe asimismo que en 1968 el Pentágono probó un arma biológica mortal ¡en el metro de Nueva York! ubicando personal en los hospitales para monitorizar los resultados. Como se sabe igualmente que en 1972 cuatrocientos norteamericanos de raza negra fueron infectados con una bacteria que provoca sífilis en un experimento que duró varias décadas, estaba dirigido por el Servicio Público de Salud y se bautizó como Tasquidee Experiment. Tiempo después algunos de los supervivientes serían "indemnizados" por el Gobierno. Lo patético es que la razón alegada para llevarlo a cabo es que entonces el colectivo negro se veía en Estados Unidos como un "potencial enemigo" debido a la lucha capitaneada por Martin Luther King y Malcom X.Agregaremos que Israel también efectuó sus propios experimentos en este campo (vea el recuadro adjunto).

LA CONVENCIÓN DE GINEBRA

Oficialmente el presidente Richard Nixon renunció al uso de armas biológicas en el marco de la Convención de Ginebra de 1969 que prohibió este tipo de armas. Y William Patrick III, jefe de guerra biológica en Fort Detrick, afirmaría que "con Nixon se destruyeron todas las cepas". Una afirmación tan importante -porque fue él quien dirigía a los que desarrollaron el ántrax- como falsa. Según la revista Nature la verdad es que en el programa de guerra biológica estadounidense no cambió nada . salvo la percepción de la opinión pública.
De hecho el presupuesto para guerra biológica pasó ese mismo año de 21'9 millones de dólares a 23'2. Sencillamente las cepas se trasladaron -parece que temporalmente- a otras instalaciones en Pine Bluff (Arkansas, EEUU).
Ese año, según el ya mencionado Horowitz, el departamento de guerra biológica tenía ya cepas con virus capaces de causar linfomas, leucemia y gripe listos para distribuir a las industrias farmacéuticas. Y el Ministerio de Defensa pidió al Congreso 10 millones de dólares -de los de entonces- para desarrollar agentes biológicos a través de la Academia Nacional de las Ciencias. Es decir, casi la mitad de lo que habían empleado para esa investigación ese año. Hoy se sabe que algunos de esos agentes biológicos eran al parecer idénticos a los que luego conformarían el VIH.
Lo singular es que las instalaciones de Forte Detrick, desarrolladas para crear armas biológicas, se reconvertirían en 1971 en un centro de investigación sobre cáncer: el Instituto del Cáncer cuyo director fue Roy Ash. ¿Y quién era ese hombre? Pues el cofundador y presidente de Litton Industries y, posteriormente, director de la Oficina de Gestión y Presupuestos con los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford (entre 1973 y 1979). Solo que Litton Industries era la empresa matriz de Littton Bionetics, el mayor contratista del ejército norteamericano en ese tiempo y la empresa para la que -¡oh, casualidad!- trabajaba entonces uno de los presuntos "descubridores" del virus del Sida: Robert Gallo (vea el recuadro adjunto).Cabe añadir que a su llegada a puestos de responsabilidad en la Administración Nixon el propio Kissinger requirió al almirante Zumwalt un reordenamiento de la sección de armas biológicas. Y asesorado por él, según cuenta nada menos que Walter Isaacson, Manager-Editor de la prestigiosa revista Time y biógrafo de Kissinger, éste eligió la opción de desarrollar armas biológicas -como el Sida y el Ébola- para lograr la " depoblación mundial ". Para lo que firmó un contrato encargando de ello a la empresa Litton Bionetics.

LA EXTENSIÓN DEL ÁNTRAX

Experimentando en 1979 con ántrax los rusos cometieron un error que produjo varios muertos. Bueno, pues poco después Kanetjan Alibekov, uno de los mayores expertos soviéticos en ese campo, se pasaba a Occidente cambiando su nombre por el de Ken Alibeck. ¿Y con quién empezó a colaborar? Con el ya citado William Patrick III. Pues bien, ese mismo ántrax fue el que llegaría al Irak de Sadam Hussein. Y lo hizo a través ¡del Departamento de Comercio de Estados Unidos! que en la década de los 80 le dio una licencia del American Type Culture Collection. Este dato está publicado en el "BOE" de Estados Unidos. La fotografía de aquella época en la que se ve a Donald Rumsfeld -Secretario de Defensa con George Bush hasta hace unos meses- estrechando la mano de Sadam Hussein es significativa. Al menos para el doctor Leonard Horowitz, autor del extraordinario vídeo In lies we trust (En las mentiras creemos) donde -entre otras muchas otras cosas- se deja claro que la vacunación contra el ántrax fue el auténtico origen del llamado Síndrome de la Guerra del Golfo -cuyos síntomas eran fatiga crónica, gripe recurrente y baja temperatura corporal- que afectaría a miles de soldados norteamericanos. Con el tiempo terminaría descubriéndose que la razón fue un micoplasma que había en la vacuna que se proporcionó a los soldados.Curiosamente, el Baylor College of Medicine -a cuya junta pertenecía George Bush padre- trabajó con diversos agentes de guerra biológica, incluido los micoplasmas. Y según el investigador Garth Nicholson esos estudios estaban relacionados con la compañía contratista del Gobierno norteamericano Tannox Biosystem que también vendió armas biológicas a Irak. Bueno, pues resulta que uno de los propietarios de esa empresa era James Baker III, Secretario de Estado entre 1989 y 1992 con George Bush padre y hoy día capitoste del todopoderoso lobby Carlyle Group. Leonard Horowitz afirma con rotundidad: "Los militares que fueron a la Guerra del Golfo fueron usados como cobayas ".No olvidemos tampoco que las propias autoridades estadounidenses terminarían confirmando que las esporas de ántrax que llegaron en sobres a algunos edificios gubernamentales estadounidenses los días posteriores al 11-S -infectando a 27 personas de las que 5 murieron- y que en principio se achacaron a un ataque terrorista árabe salieron ¡de laboratorios ligados al propio ejército norteamericano! El FBI constataría que habían salido de contratistas militares como DGP y Aerosol Science Labs (BMI: Battle Memorial Institute) que facilita material de guerra biológica y el programa de adquisición de vacunas a través de los proyectos Jefferson y Clearvision. Curiosamente, Cipro -la única cura para el ántrax- lo desarrolló la empresa Bioport que dirigía el ex almirante y ex embajador norteamericano en Inglaterra William Crowe. Y dígasenos, ¿a alguien le parece normal tanto militar dirigiendo empresas biológicas farmacéuticas?William Patrick III, fallecido recientemente, era además muy "intuitivo". Porque en 1999 escribió un memorando en el que, ¡qué casualidad!, alertaba del peligro de posibles envíos de ántrax ¡en sobres! Probablemente algo nos podría haber aclarado de esto el investigador especializado en Biodefensa Bruce Ivins quien al final terminaría siendo acusado oficialmente de ser el responsable del envío de los sobres con ántrax pero el pasado 29 de julio del 2008 se "suicidó". Claro que ya sabemos que en Estados Unidos son muchas las personas detenidas por asuntos turbios importantes que han tenido la mala costumbre de quitarse la vida. Aunque no deja de ser curioso que ese paso sólo suelen darlo quienes pueden implicar a altos cargos. Será que son unos "desequilibrados". El FBI, por ejemplo, dijo que Ivins era "un sociópata vengativo que no soportaba ser el blanco de la investigación". No importa que sus compañeros de trabajo lo negaran rotundamente y recordaran que era voluntario de la Cruz Roja, tocaba el teclado en una iglesia y se trataba de un hombre hogareño al que le gustaba cuidar el jardín y no alguien violento. Es más, ninguno se creyó -y así lo manifestaron- que se hubiera suicidado.Lo que pocos recuerdan es que antes de acusar a Ivins la policía había señalado a Ayaad Assas, un científico árabe de Fort Detrick, como posible causante. Y que el propio Ivins salió en su defensa. ¿Y quién lo acusó de ello? Un compañero de origen judío, el doctor Zack, que fue expulsado de las instalaciones por acosar a Assas. Lo que nadie entiende es que habiendo sido así las cámaras de esas vigiladísimas instalaciones grabaran tras su expulsión a Zack entrando tranquilamente en ellas. Añadiremos que también Assas negó a un periódico del área de Fort Detrick que Ivins se hubiera suicidado.

ARMAS GENÉTICAS

Pero retomemos el hilo. Porque el lector debe saber que el plan de despoblar la Tierra no era un simple dislate. Fue aprobado. Estaba ya en marcha a comienzos de la década de los 70. El Memorando de Seguridad Nacional 200 de 10 diciembre de 1974 hablaba explícitamente de "la depoblación del Tercer mundo" por encargo del Grupo de Armas Nucleares presidido por Henry Kisinger, entonces asesor de Seguridad Nacional de Richard Nixon. En él puede leerse lo siguiente: "Hay un gran riesgo para el sistema económico, ecológico y político si el sistema comienza a fallar. Y para nuestros valores humanitarios (...) Los habitantes de las ciudades pueden, aunque no lo parezca en un principio, integrarse en una fuerza violenta que ponga en riesgo la estabilidad política. En relaciones internacionales los factores poblacionales son cruciales y a veces determinan los conflictos violentos de las áreas en desarrollo. No hay una estrategia única sino que existen simultáneamente diferentes opciones que deben ser sopesadas para países y poblaciones diferentes". Para Horowitz no hay duda: la decisión de despoblar África fue lo que llevó a la creación y difusión en ese continente de los retrovirus. Entre ellos, el Ébola y el VIH causante del Sida.

SALVAJES ASESINATOS

Hace apenas unos meses -a principios de julio del 2008- dos "estudiantes" franceses que estaban haciendo el doctorado en Microbiología, Laurent Bonomo y Gabriel Ferez, fueron salvajemente asesinados en Inglaterra. La noticia apareció en todos los medios de comunicación. Sin embargo, informaciones aparecidas en otros medios ingleses -incluida una cadena de televisión- decían que a pesar de su juventud se trataba de dos auténticos expertos en Microbiología que habían trabajado en un laboratorio de Indonesia. ¿Y sobre qué? Sobre ¡la gripe aviar!En esas mismas fechas el Gobierno indonesio revelaba que acababa de descubrir un laboratorio clandestino bautizado como Namru-2 que llevaba trabajando en el país desde hacía 30 años bajo el patrocinio del London's Imperial College que da la "casualidad" que fue ¡la institución que descubrió el brote de gripe aviar! Así que el Gobierno indonesio dio la orden al estadounidense de que desmantelara de inmediato el laboratorio con el argumento de que no había conseguido ninguno de los objetivos para los que se autorizó y además se dedicaba al espionaje. Fuentes oficiosas afirmarían que en él se estaban en realidad desarrollando armas biológicas contraviniendo explícitamente el tratado firmado en su día con los indonesios. Curiosamente, por entonces el jefe del Pentágono era Donald Rumsfeld quien posteriormente sería nombrado director de la empresa Searle y miembro del consejo de administración de Gilead Sciences, creadora del famoso Tamiflu, medicamento para combatir ¡la gripe aviar! Lo que ha llevado a muchos investigadores a plantearse seriamente si ese laboratorio no obtuvo tan rápidamente un fármaco para tratar la gripe aviar precisamente porque conocía muy bien cómo funcionaba.La embajada norteamericana en Indonesia protestaría por la decisión de cerrar Namru-2 argumentando que en él se llevaban a cabo investigaciones muy útiles sobre enfermedades infecciosas a lo que el Ministro de Defensa indonesio, Juwono Sudarsono, contestó escuetamente que a partir de ese momento sólo garantizaban la inmunidad diplomática a dos de los miembros del laboratorio (invitamos al lector a leer en nuestra web - www.dsalud.com - el reportaje que con el título La gripe aviar, el Tamiflu y el negocio del miedo publicó Antonio Muro en el nº 82 de la revista).

EL SÍNDROME RESPIRATORIO AGUDO (SARS)

Recordemos asimismo que en el 2003 el prestigioso epidemiólogo italiano Carlo Urbani, de 46 años, moría víctima del Síndrome Respiratorio Agudo (SARS), una "nueva" enfermedad provocada por un extraño virus que precisamente él mismo había conseguido "detectar" y gracias al cual se pudo atajar su propagación en Vietnam. Solo que el SARS es también conocido como "neumonía asiática" porque se caracteriza -otra "casualidad"- por afectar especialmente a los genotipos raciales "asiáticos". De ahí que haya quien ha relacionado esta "nueva enfermedad" viral con el ya mencionado laboratorio de Indonesia. Es más, algunos afirman directamente que probablemente allí se desarrolló la gripe asiática que sería pues una enfermedad diseñada para atacar el ADN de la población de ese continente.
Y si cree que se trata de fantasías le diremos que para el periodista Benjamín Fulford, ex editor de la conocida revista Forbes en Canadá, todo indica que el SARS forma parte de la guerra biológica para detener el poderío de los chinos. Se trataría pues de un "arma étnica".Para Horowitz y el investigador Richard Preston el Ébola podría ser de hecho otra "arma "étnica". Y se apoya para pensarlo en el hecho de que su área de influencia se circunscribe a la población africana. Apareció por primera vez en 1967 en tres diferentes lugares de experimentación matando a 7 personas e infectando de gravedad a otras 30. Solo que esas cepas eran las mismas con las que investigaba el suministrador de monos para experimentación y contratista del ejército americano del que ya hemos hablado Litton Bionetics. Para Richard Preston lo prueba que el primer brote de Ébola salió de una cueva de Sudán que -¿cree el lector que se trata otra vez de una casualidad?- estaba cerca de las instalaciones de Bionetics en África. Leonard Horowitz va más allá y en su libro Virus emergentes: Sida y Ébola afirma: "El rhabdo sarkoma que utilizaron crearía el Ebola. Entre 1965 y 1967 los experimentos de Litton Bionetics llevaron a la eclosión del Ébola.
La característica de estos virus artificiales es que mutan con mucha más facilidad que los naturales. El segundo brote de Ébola en Uganda se sospechó que había sido implantado por la CIA porque era idéntico al otro y la única explicación para ello es que había estado guardado en cámaras refrigerantes".Y es que todo esto lleva décadas fraguándose. Ya en los años 80 del pasado siglo XX se dice en un esclarecedor documento titulado Revolution in military affaires (Revolución en los asuntos militares) que se encargó al US Army War College que era hora de replantearse el tipo de armas del futuro. Y en él se habla directamente de desarrollar armas microbiológicas porque son igualmente mortales pero lo hacen lenta y disimuladamente. Armas que englobarían el uso de tóxicos químicos, biológicos y electromagnéticos, incluyendo "microorganismos modificados genéticamente" para hacer que la gente enferme.
El informe explica incluso que para lograrlo era preciso usar todos los medios de comunicación de masas cuyo papel sería fundamental ya que había que conseguir que la gente adoptara nuevos estilos de vida incluyendo la "pastillización de la vida". Es decir, que la gente se acostumbrara a tomar ¡pastillas para todo! Y que lo han conseguido es obvio. Hace apenas tres décadas casi nadie acudía a los farmacias y el número de enfermedades era infinitamente menor. La inmensa mayoría de la gente no tomaba fármacos. Hoy ingiere todo tipo de productos que no curan nada y encima tienen efectos secundarios tan graves que muchos pueden llevar a la muerte. ¡Y se considera normal!El citado documento avisa también de que evidentemente tales políticas "podrían tener la oposición de individuos no condicionados" -es decir, de personas que piensan por sí mismas- por lo que remarcaba que los medios de comunicación tendrían que cambiar los valores de la población condicionándolos para la adopción de esta nueva cultura de la enfermedad promovida por unas mentes pensantes englobadas en la corriente eugenista. Los autores de ese documento y quienes los desarrollaron fueron probablemente los mismos que inspiraron el nazismo y la corriente del ecologismo hoy en boga que sostiene que el ser humano es un problema para el ecosistema. Solo así se entiende que el Príncipe Felipe de Inglaterra, por ejemplo, afirmara en agosto de 1988 en una entrevista que concedió a la Deutch Press Agentur que " en caso de reencarnación me gustaría hacerlo como un virus mortal para contribuir a solucionar el problema de la superpoblación".Ya el famoso filósofo Bertrand Russel -defensor de la "selección de la raza humana"- escribió extensamente en El impacto de la ciencia en la sociedad acerca de cómo las vacunas con mercurio y otros tóxicos harían que la gente desarrollara "lobotomías químicas que los volverían zombis"; es decir, manejables y sumisos.Lo singular, según Horowitz, es que una de las razones de que todo esto haya sido posible es que se ha logrado hacer creer a la gente que vacunación (proceso artificial) es lo mismo que inmunización (proceso natural de protección cuando el organismo se expone a un agente). Siendo eso lo que ha permitido inocular todo tipo de virus a través de las vacunas.Rafael Palacios
Robert Gallo y la verdad del origen del SidaCuando en 1997 el Dr. Robert Gallo - durante años considerado codescubridor del virus del Sida junto a Luc Montagnier - daba una conferencia en Vancouver (Canadá) el doctor Leonard Horowitz le preguntó públicamente si el VIH no tenía en realidad algo que ver con sus experimentos con los monos que la empresa Litton Bionetics había llevado a Nueva York para probar vacunas para la hepatitis B. Gallo se removió incómodo en la silla (puede verlo en vídeo entrando en Youtube y escribiendo Gallo, AIDS, Horowitz) y entonces, enseñando unas publicaciones científicas de 1970 de la National Academy of Scientist, Horowitz acusó a Gallo de haber mezclado virus causantes de leucemia, linfoma y sarcoma de diferentes cepas animales para crear el VIH ¡quince años antes de que fuera detectado por el departamento de salud norteamericano! La respuesta de Gallo fue: "El virus del Sida no pudo ser creado artificialmente a menos que se fuera un genio. Existía antes de que fuera 'aislado'". A lo que Horowitz le respondió que el virus SV40, componente del VIH, llegó a Estados Unidos en 1978 en la vacuna contra la hepatitis B que se inyectó a los homosexuales. Jonathan Man, director de asuntos sobre Sida de la Organización Mundial de la Salud (OMS), respondería tras escuchar a Horowitz que "más que un asunto médico el Sida es una imposición sociológica y política".Y así es realmente: en el vídeo In lies we trust el lector puede escuchar al entonces jefe de la división de vacunas de Merck, Maurice Hilleman, explicando cómo trajeron los monos de África contaminados con SV40 que llegaron a Nueva York vía Madrid que según Horowitz introdujeron el virus del Sida. Agregaremos que según Horowitz el SV40 fue igualmente introducido en la vacuna de la polio en la década de los sesenta.
El Gobierno israelí accedió a que Estados Unidos experimentase con miles de jóvenesEl Gobierno de Israel accedió hace casi sesenta años a que se experimentase con miles de jóvenes sefarditas si los rayos X producen cáncer. Así lo revelaría en el 2003 el documental 10.000 radiaciones producido por Dimona Producciones que dirigieron Asher Khamias y David Balrosen causando horror en Israel al demostrar que en 1951 el Director General del Ministerio de Salud israelita, Chaim Sheba, voló a Estados Unidos y volvió con siete aparatos de rayos X proporcionados por el ejército estadounidense. Aparatos que fueron usados en un experimento masivo que tuvo por cobayas a una generación completa de niños y jóvenes sefarditas. Seis mil murieron a poco de recibir sus dosis, muchos otros desarrollaron cánceres que les terminarían llevando a la muerte y otros padecen aún hoy dolores de cabeza crónicos, amnesia, psicosis, epilepsia y alzheimer.Los padres de los niños fueron engañados diciéndoles que se les enviaba a "viajes escolares" y que las radiaciones eran un moderno tratamiento para evitar la peste del cuero cabelludo.Y no era la primera vez. Nada más proclamarse el estado de Israel niños de origen yemenita fueron secuestrados por el propio Gobierno y enviados a Estados Unidos para ser utilizados en experimentos nucleares. La razón es que el Gobierno estadounidense acababa de prohibir experimentar en seres humanos y no podían hacerlo con estadounidenses. El Gobierno israelita accedió a proporcionar personas para ello a cambio de dinero y ayuda nuclear. Todos estos datos fueron corroborados en su día por el rabino de Jerusalén David Sevill

Fuente http://www.dsalud.com/numero114_2.htm